Pablo Sandoval se quedó en 20 juegos seguidos pegando de hit con los Gigantes de San Francisco; el venezolano Frank Díaz vio frenada su racha (27) con Minatitlán, en tanto Carlos Alberto “Chispa” Gastélum la extendió a 28, a ocho juegos más de alcanzar el record de la LMB de 36 en poder de Luis de los Santos desde el 2000 con los Saraperos de Saltillo.
Hoy, ante los Delfines de Ciudad del Carmen, la “Chsispa”, orgullo de Huatabampo, puede lograr el 29…¡suerte!
“Chicote” intratable
Como anillo al dedo cayó este año Luis Ignacio Ayala a los Orioles: en diez salidas, ¡efectividad de 0.00!
Lleva un salve y una victoria, con seis K y tres B.
http://baltimore.orioles.mlb.com/video/play.jsp?content_id=20948965&c_id=bal
Con tres salidas más empatará las 442 que dejó Elmer Dessens y luego irá por la marca de 459 para un mexicano (Aurelio López) en MLB.
La anécdota del “Lobito” Meza
Aquí le va la anécdota que Alfredo “Lobito” Meza” le dio en Puerto Peñasco a nuestro amigo y colega Amaranta Celaya:
“Dice que en una ocasión jugando con Mexicali su equipo llegó a Mazatlán. El “Charolita” Orta estaba con ellos, y en su punto. Se encontraron en un restaurante por la mañana y sabedor el zurdo Meza de que le tocaba abrir por la noche.
Se puso muy contento porque el Charol, con notorios signos de cansancio le respondió que se sentía muy adolorido y creía que esa noche no jugaba. Alfredo, comenta que se sintió feliz, porque el line up sin el “Charol”, bueno pues no era tan sencillo, “pero como me la pongan era un alivio”, expuso.
Así, llego al campo confiado y entero. Solo que el “Charol”, no sólo jugó tan bien como lo sabía hacer, sino que “me mató a palos”.
De todo bateó esa noche, y lo peor aquel ser humano que vi en la mañana con un semblante de cansancio que hasta lástima daba, corrió como demonio, como si nada le doliera».
Bueno, a lo mejor fue una estrategia, pero ninguna necesidad tenía de eso; reiteró el gran zurdo, orgullo precisamente de estas ligas municipales como la Marinera que se organiza en las vedas de temporada del camarón, donde se dio a conocer el “Lobito” como un terrible bateador, hasta que Roberto Reynoso lo vio en Caborca, después de batearle de todo a los Rojos y Genaro Torres, en un apuro, lo bajó de la primera base a la lomita, ponchando a los tres enemigos para ganar el partido.
De esas anécdotas está lleno su historial de beisbolista amateur y profesional de la Liga Norte de Sonora. Nosotros vamos a luchar porque su nombre quede grabado en algún lugar de nuestra ciudad, por tan buenos momentos que nos dio”.
Luis Carlos “Chicharrón” Pérez
Jesús, ando en busca del historial deportivo del «Chicharrón» Luis Carlos Pérez, tanto con el equipo de la Unisón de beisbol y en las ligas de softbol de esa ciudad de Hermosillo.
Resulta que estoy integrando su vida deportiva, con el objeto de hacerles ver a algunos colegas de esta ciudad el por qué su nombre fue impuesto en un campo de beisbol de la nueva Unidad deportiva «San Rafael», en esta ciudad.
El Cabildo de la ciudad nombró una comisión en la que se integran cronistas deportivos, jugadores y presidentes de ligas para recibir su orientación y auxilio en la decisión. Se reunieron firmas y el Chicharrón barrió con ellas.
En la reunión decisiva ganó por mayoría, pero algunos colegas criticaron a los que conociendo su vida deportiva votamos por él; haciendo referencias a situaciones extradeportivas, como el hecho de gustarle vender boletos de la Rifa de nuestra querida Unison y otras imputaciones sin valor ni probanza y que en nada desmeritan su historial y probidad deportiva.
Los que lo conocemos desde sus inicios avalamos muy bien su calidad y conducta deportiva. Hasta ahí, porque era lo que se juzgaba. Lo importante son los números y su paso por las ligas.
Te agradeceré, el esfuerzo de buscar ahí con el equipo de la Unisón, aquel equipo del Profe Hodgers, del cual tu fuiste miembro distinguido, y al cual me permití invitar más de dos veces a venir a Peñasco, siendo Presidente tu servidor de la Liga Municipal, allá por los añorados setentas del siglo pasado.
De ser posible te envío el boletín donde se acordó el nombramiento y fotos del homenaje, al cual nos unimos con mucha alegría. Como siempre, con lo mejor de nuestros deseos; tu amigo… Amaranto Celaya Celaya.
Juan Emilio Batista Cruz (Cuba):
Gracias, hermano Jesús. Ya EL Premier cumplió101 este 25 de abril. Muy buena columna, tu trabajo es una verdadera secuencia de la historia beisbolera de tu país y del mundo. Los que amamos entrañablemente a la pelota, te estamos muy agradecidos. Un abrazo, Juan Emilio.
Cesáreo Suarez Naranjo (Coatzacoalcos):
La anécdota que tengo, acerca de Hack Wilson, es de que su manager –Joe McCarthy (quien dirigió a los Cachorros desde 1926 hasta antes de finalizar la temporada de 1930)– ya estaba cansado de tantas farras de su formidable pelotero.
Un día tuvo una idea y llamó a sus oficinas a Hack. Ya, allí, McCarthy se hizo traer dos vasos: uno con agua, y otro con alcohol, aparte de un frasquito, donde venía un anélido (¡una lombriz, pues!).
Sin decir nada, McCarthy tomó al gusano, y lo echó al vaso de agua. El animalito, como si estuviera en su elemento, se movió como si nada.
El manager, entonces, sacó al gusanito del agua, y lo echó al vaso con alcohol. La pobre lombriz nada más se retorció por unos cuantos segundos, y quedó “fría”.
Al terminar esas operaciones, McCarthy se le quedó viendo a Wilson, y le preguntó: “¿Qué opinas de esto, Hack?”. A lo que, ni tardo ni perezoso, el tremendo slugger respondió: “Eso demuestra, Skip (manager), que es bueno tomar alcohol porque, así, uno no tendrá gusanos en su organismo”.
¿Cómo la ves?
École…
Trasnochado y “el Sol”
Para cerrar, Cesáreo, va la mía: sencilla:
Fiel a su costumbre, con todo y ser un partido de serie mundial, Hack llegó al juego trasnochado y se fue a su posición en el jardín central.
Por su rutinario alcoholismo, cuerpo musculoso –como un barril de cerveza, imagínese– y poco ágil, era un malísimo jardinero, siendo en su época uno de los peores de la historia que haya jugado como regular.
La anécdota cuenta que en un juego de sus Cachorros, cuando el mánager vino a la lomita a sacar al lanzador, éste, en señal de molestia lanzó la bola hacia el jardín donde cubría Wilson, quien estaba tan borracho que cuando vio la bola venir hacia él simplemente corrió a fildearla y rápidamente la devolvió al cuadro, ¡preguntando si había hecho out al corredor para completar un dobleplay…!
Sea verdad o no, hay un momento histórico que precisamente lo retrató como un pésimo fildeador:
En el cuarto juego de la Serie Mundial de 1929, perdían 0-8 en la séptima ante los Cubs, Hack perdió un fácil batazo “en el sol” y los Atléticos a la postre anotaron diez carreras para obtener el triunfo.
Alfonso Araujo nos detalle mejor aquel instante, haciendo relucir que de ahí surgiría el término beisbolero de “Lucky Seven”:
“Los Atléticos de Connie Mack estaban arriba en la serie dos victorias a una, cuando el sábado 12 de Octubre en el Shibe Park de Filadelfia, los Cachorros anotaron dos en la apertura de esa séptima entrada, poniendo el juego 8-0.
Lanzaba por los Cachorros, Charlie Root, que le hicieron 6 carreras y solo sacó un out. Vino al relevo Art Nehf, quien no dominó a nadie y permitió otras dos y lo mismo le pasó a John Frederick “Sheriff” Blake, que tuvo que cargar con la derrota al permitir las carreras nueve y diez, del gran racimo que hicieron los Elefantes Blancos, donde el factor sol, tuvo mucho que ver con la cantidad de anotaciones.
Y es que Hack Wilson, perdió dos pelotas por el sol; en la primera ocasión les costó una carrera, pero en la otra fueron tres, para que fueran las únicas carreras de Filadelfia y ganaran por 10-8.
Al día siguiente los Atléticos llegaron perdiendo 2-0 a la novena, donde hicieron tres, dos de ellas por jonrón de George “Mule” Hass y con ello ganaron la serie. A partir de ahí, los periodistas empezaron a llamarle al séptimo episodio el “Lucky Seven”.
Las efemérides de Alfonso Araujo:
Disfrute dos días: 30 de abril y 1 de mayo:
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