Caray, la magia del “face”: mire que contacté con Gaby Esquivel, hija del inolvidable Oscar “El Rápido” Esquivel y muy amable nos proporcionó fotos de su señor padre, uno de los grandes narradores de la pelota profesional mexicana y miembro distinguido del Templo de los Inmortales desde 1989.
Admiré en su tiempo al “Rápido” Esquivel por una trayectoria que le distinguió por pincelar sus narraciones con un humorismo y detalles que hacía las delicias de quienes lo escuchaban por radio.
Sin duda, sentía una verdadera pasión por el beisbol.
Metido de lleno en las incidencias del juego, en cada narración confeccionaba frases que están dentro del rico anecdotario del beisbol, como aquella de “!hay cuatro embasados!, y de inmediato su compañero de cabina le inquirió: “Rápido, son tres los que están en base” y por respuesta, le contestó levantando su mano derecha ¡Y qué, ésta no cuenta?”.
Por supuesto, acuñó otras como “Hay cariño o no hay cariño», para los que no asistían al beisbol; o aquella: «¿qué está haciendo en su casa, amigo?, venga al parque, lo esperamos para que gane su quiniela».
También hizo famosa la frase “Si usted tiene un enemigo, no lo ahorque, no lo fusile, no lo queme, ¡simplemente métalo de ampáyer!» y así.
Fue a través de la crónica radiada uno de los más grandes impulsores que ha tenido el beisbol en México.
Un comunicador positivo, quien con una chispa, estilo, picardía y buen humor, hacía que sus comentarios siempre fueran del agrado de sus radioescuchas y quien transmitía profunda emoción sin sobreponerse nunca al juego, una cualidad no muy común en los narradores actuales.
Con su gran conocimiento en materia beisbolística y su buen humor, fue un gran comunicador persuasivo del Rey de los Deportes.
Quizá usted sepa que a la octava entrada la bautizó como “La antesala del infierno”, sí, en los años 60´s.
Igual, bautizó con motes de “Brazo Fuerte” a Felipe Leal y como “Súper ratón” a Héctor Zamudio; “Abulón” a Ramón Hernández, “Jet”, a Ramiro Guzmán… ¡y a cuantos más!
A una de las taquillas del desaparecido Parque del Seguro Social, las bautizó como “las de Xochicalco Street”. (“Esa pelota se fue directo a Xochicalco Street”, solía decir cuando la bola salía de foul fuera del parque).
Narró por varios años los partidos de los Diablos Rojos, Naranjeros Tomateros, Potros de Tijuana y una que otra Serie Mundial y del Caribe.
También destacó como escritor deportivo y sus seguidores siempre lo admiraron, tanto por sus narraciones como por sus escritos.
En la crónica escrita colaboró en las publicaciones Atisbos, Crucero, La Afición, Siemex, Hit y Super Hit, Tiempo de Beisbol, Ases de Hermosillo y Sport de Mexicali.
En la radio, con XEB, XEX, RCN y fue iniciador de XEMX, Radio 590 y XEQ.
A nivel internacional tuvo oportunidad de narrar Series Mundiales y del Caribe, así como competencias de otras disciplinas deportivas.
Nació el 5 de Mayo de 1932, en Coyoacán, México, DF. Falleció 9 de Agosto de 1986.
Mis respetos al gran “Rápido”.
El mensaje de Gaby Esquivel:
“Hola, este es el Link. No tengo muchas fotos de mi papa, pero ya le pedí a mi mama que me preste un álbum donde hay de cuando era muy joven y también narraba vueltas ciclistas. Te envío algunas que tengo y si quieres después otras.
En la primer foto del Trofeo, aparte del “Cananea” Reyes, están Juanito Acevedo; el que sigue es Salvador Mejía de la LMB, mi tío por ser primo hermano de mi mama. Luego, “El Brujo” Rosell y el querido Miguelito Oropeza. El Diploma corresponde a cuando tenía 20 años. También de chavo jugo mucho béisbol. La otra imagen de los Naranjeros campeones 1976 en la Serie del Caribe en República Dominicana”.
Qué bien, Gaby.
Dr. Carlos Rodríguez Candila:
Estimado Lic. Jesús Alberto Rubio Salazar: leyendo las opiniones que tu artículo de hoy incluye, me invita a buscar cual puede ser una alternativa práctica, útil y sostener un deporte (negocio y espectáculo) cuyo fomento es saludable en su base original.
Un deporte que al igual de muchos otros, nacieron como forma de entretenimiento, forma de salud y desarrollo del ser humano que estimulan a los aficionados y además los apartan de otras formas poco constructivas de consolidar una sociedad que nos integre sin entrar en disputas y formas de discordia por ambiciones o «intereses particulares».
El Beisbol tiene como cuna y fortaleza de su práctica en EUA; todos los países que lo practican, como Japón, Australia, Italia, incluso España.
En Europa, América, Canadá y hasta centro y norte de la América Latina, es todo en afición preferente, ni se diga Cuba pequeña en territorio, pero grande por su gente hacen del beisbol toda una alegoría y alegría de su práctica.
Comparar la FIFA con el beisbol me parece poco razonable pues es un comercio » X» productos que además son promotores directos de todos los sistemas electronico-radiofónicos-periodísticos.
A propósito de esto último (futbol) el negocio rebasa el principio del porque puede ser deporte y distinguirlo de una forma más de control político y del cual también como un gran negocio.
Sería útil analizar cuantos deportes donde los salarios de «estrellas» cuyas cifras de percepción realmente los agraciados de ganar más que el resto del equipo no disfruta.
Se hace noticia, información, pero –ese pero- que me permite reflexionar: Los deportes son una forma de trabajo y el apto para desempeñarlo es tan digno y elevado en materia de optimizarlo merece distingo, igual que el carpintero, albañil que nos hizo la casa que le encargamos y además otros artesanos, la hicieron al gusto encargado, así observo lo que el beisbol nació y se jugó hasta que cervecerías, cigarreras, navajas de rasurar y un sin número de productos que ya tapizaron hasta por dentro de la gorra del pelotero han confundido mercantilmente tantos deportes.
Pero tratándose del beisbol, quienes somos aficionados, lo jugamos en su momento y lo disfrutamos en este momento como deporte y espectáculo, no debemos permitir que se preste a condiciones que se convierta en sistema comercial como único propósito y que además se contamine con sistemas perversos que afecten a niños y jóvenes donde el deterioro social debemos aceptar que somos responsables que las cosas sigan así.
Ajustar tiempos para celebrar un evento como es el mundial de beisbol es de directivos pensantes y capaces de negociar con los vendedores y compradores y por qué no decirlo, lucradores del beisbol.
Puedo decirles a esos señores que se dicen organizadores o promotores del beisbol lo siguiente: Entre el deporte, el espectáculo y el negocio no existe diferencia, SOLO DISTA la desmedida ambición del negocio y quien lo promueve con tal fin.
