ESPEJO

+ RECORDANDO LA MUERTE DEL

   “ZURDO” FLORES….

+ HACE 60 AÑOS DEL TRAGICO COMBATE…

DOMINGO.- FEBRERO 1º. de 1953- Hace 60 años cayó el boxeador Nicolás “Zurdo” Flores para no reaccionar y levantarse jamás, se declaró su muerte tres días después en San Diego, California, a raíz del trágico nocaut que recibió de parte del boxeador jalisciense Jesús “Chuchú” Jiménez, aquella tarde noche del  domingo PRIMERO DE FEBRERO de 1953 en el ring del incipiente parque de softbol de Mexicali.

Aunque hay falsas versiones señalando el 2 de febrero, están mal porque estuvimos presentes en esa pelea que hasta sangre su servidor y el jefe de la judicial en el Estado, Alfredo “Pollón” Reséndiz, hermano del “Búfalo”, en nuestra etapa veinteañera le dimos sangre para auxiliarlo a petición de nuestro amigo Everardo Félix, ahora residente de San Luis RC., muy amigo del “Zurdo”.

Están mal en el “Salón de la Fama”, con una foto que teníamos en nuestro poder la prestamos, y de ahí la extraviamos, se fueron con la finta de un corrido musical que le hicieron, donde señala “el 2 de febrero corrió la noticia…” publicada en los periódicos ABC donde laborábamos y “Nuevo Mundo” efectivamente un día después del trágico combate en notas de Alfonso Cuesta Gallardo y Jesús Quiñonez García, de aquel año.

“El Zurdo”, bajo la vigilancia de su amigo que le decíamos “El Ocón” no se porqué, sin haber pasado por el amateurismo le dio por dedicarse al box.

Lo hizo profesionalmente con buen tino inicialmente. Llegó a acumular 17 victorias y convertirse en un ídolo de la localidad al nivel de otro zurdo, Miguel Burciaga. Tanto fue el afán, propio y de sus auxiliares que cada vez querían más y más.

Nicolás, francamente no tenía necesidad económica, vivía bien, vestía bien. Asistía en aquel tiempo, a los mejores eventos sociales.

Tardeadas en centro nocturnos. Por esa razón, unos lo admiraban, más las chicas, y otros lo rechazaban, señalándolo como “presumido”. Sin embargo cada vez que se le programaba y peleaba iban a verlo. Unos a verlo triunfar y otros a ver si lo derrotaban.

JALABA MUCHA GENTE…

En forma común, el “Zurdo” Flores trabajaba de auxiliar en la oficina de “La Estrella Azul”, auxiliar de los contadores de la tienda, Jorge Contreras y Pancho Félix Almada, amigos nuestros. De ahí salía a entrenar. Sobre su pelea décimaquinta que fue sobre el capitalino Rafael Hadad, estelarista de la Coliseo de México, bajo la dirección del “Güero” Peláez, en el parque de softbol, conquistó a toda la raza.

Fue una victoria contundente que se pensó el “Zurdo” estaba para mejores escalas y su figura trascendió internacionalmente.

Alguien lo promovió al otro lado y fue a Hollywood a pelear contra un moreno de un aspecto atlético impresionante, que aquí conocimos más tarde. Gerald Labroi, fue un verdugo que le dejó hematomas en su humanidad, arrollándolo un mes de noviembre del 52. Pasó el resto de noviembre, diciembre, enero y el “Zurdo” se recuperaba aparentemente, dijo estar listo para enfrentarse al campeón mexicano, Manuel Rivera, sin el título en juego.

El promotor de aquel tiempo Rafael Rebelin junto con Panchito Valdez, padre del “Ray” Valdez el que puso en la lona al “Toluco” López en el “Coloso Plateado”. Para entonces Rebelin ya tenía apalabrado al campeón nacional Manuel Rivera en pelea a 10 rounds.

Tanto se decía del “Zurdo” Flores allá en la capital del país que hizo dudar a Manuel Rivera y le dijo a Rebelín, que quería más dinero. Manera de encarecerse o evadir el pleito.

Rebelín se lo negó y se deshizo el combate. Como ya todo estaba avanzado, el “Gordo” Rebelín contrató en Los Angeles, a “Chuchú” Jiménez, con tres derrotas seguidas. De hecho ya desahuciado en esas tierras.

Llegó el primero de febrero de 1953 y todos al parque de softbol, en una gran entrada.

Ya sobre el ring, el dominio de Jiménez se veía muy superior y en cada round mandaba al “Zurdo” a la lona. Fue el quinto episodio donde un hálito de vida del “Zurdo” hizo renacer las esperanzas de los aficionados.

Todo fue inútil.

Tantas veces cayó que en el séptimo round quedó inerte sobre la lona.

De ahí inconsciente lo levantó su sécond y en brazos lo llevó hasta el sanatorio “Sagrado Corazón” que se encontraba donde ahora está la escuela Cuauhtémoc.

La noticia corrió como pólvora y aquello una hora después estaba atestado. Su caso de inmediato se tornó delicado. Se dijo que los hematomas producidos por el combate dos meses atrás que le produjo Gerald Labroi no habían sellado completamente y los golpes del “Chuchú” completaron su labor.

Se le avisó inmediatamente a don Mario Hernández, (dueño de la Estrella Azul) y se movió rápidamente. Ordenó trajeran al Dr. Mario Barba del Hospital Mercy de San Diego y este a su vez dio la orden de trasladarlo a esa ciudad para una operación del cerebro. El resto de esa noche, martes y miércoles fue de tensión en Mexicali. Todos querían saber el estado de salud del “Zurdo” Flores. Los diarios ABC y “Nuevo Mundo” eran arrebatados.

Hasta que la noticia estremeció a Mexicali la noche del miércoles 4, cuando se anunció la muerte del “Zurdo” Nicolás Acosta Flores. Pues en realidad su primer apellido era Acosta, porque no quería que su familia, hermana que llegó a ser diputada en Mexicali y el resto en el DF, se dieran cuenta que andaba de boxeador en Mexicali.

San Diego-Tijuana-Mexicali se trasladó su cuerpo, se le veló en el edificio de bomberos donde acudió todo el pueblo y la tarde del sábado se formó el cortejo más grande que hemos visto rumbo a su última morada. Fue una semana entera que vivió Mexicali con esa angustia e incertidumbre. Ahí se demostró que quienes lo odiaban, también lo admiraban….

Bien decía el maestro de literatura Pepe Alameda, “Bienaventurados sean nuestros imitadores que de ellos serán los errores” dedicado a los plagiarios.

jlmendoza32@hotmail.com…