Cosas “buenas” que parecen “malas”.
La elección para la presidencia del Comité Olímpico Mexicano puso al movimiento olímpico y al sistema deportivo nacional, ante la encrucijada de tener que elegir qué clase de intervencionismo deseaba tener, por una parte el que hubiera podido darse a través de la CONADE y su titular y por otra el poco sano dualismo que representa presidir el organismo y también al órgano que en alguna forma le regula a través de la comisión de deporte del congreso de la unión. Ganó lo segundo.
Hay antecedentes y al menos uno muy reciente de lo peligroso que puede resultar la intervención directa desde el legislativo, basta con recordar la vendetta que promovida por Felipe Muñoz, se instauró en la ley general de cultura física y deporte, eliminando a la CODEME de la mesa que representa el SINADE.
La llegada de María José Alcalá, puede verse desde distintas aristas, como un vínculo entre un organismo que se ha renovado muy poco en su forma estructural y la capacidad que desde la legislación se tiene para dotar de herramientas ejecutorias y presupuestales, pero también como la llegada de alguien que en el ámbito de la administración de organizaciones deportivas ha demostrado pocos resultados y que además llega acompañada de figuras nefastas como Antonio Lozano.
Lo peligroso es modificar la ley a contentillo. Ya lo vivimos en Baja California en la pasada administración estatal y desde la presidencia del COM, pueden trazarse lineamientos para otorgarle facultades que al día de hoy no tiene y en el mensaje durante el registro de su candidatura, Alcalá esbozó lo que parece ser la mayor dificultad que tendrá desde su gestión al frente del COM, el complicado diálogo con la CONADE.
¿Debe pedir licencia María José Alcalá a su cargo en la diputación federal? No forzosamente. En San Lázaro hay diputados que presiden sindicatos, asociaciones nacionales e incluso, como en el caso del PRI, un partido político, sin embargo, lo que la norma no dicta, la ética lo autorregula.
Habrá que esperar las reformas que presente la diputada Alcalá o sus afines, el impacto en la norma deportiva y especialmente en la figura del COM. Históricamente la Comisión de Deporte se ha caracterizado por el tortuguismo con el que se tratan los poquísimos temas que se suben al pleno de dicha comisión.
Por cierto, la cámara de diputados, con el voto mayoritario de MORENA, Verde Ecologista y PT, aprobó el presupuesto de egresos de la federación. 322 millones de pesos menos para el deporte en 2022, pero se siguen llenando la boca con el discurso de que están comprometidos con el deporte. A seguir haciendo rifas de casas, de aviones, de lo que se pueda.
