CC Sabathia
Por Jesús Alberto Rubio.
Desde Bahía de Kino capto la lamentable noticia que deja a la fanaticada y la franquicia de NY con un gran vacío: CC Sabathia ya no lanzará en lo que resta de la temporada 2014.
¿La razón?:
Se someterá el miércoles próximo a una cirugía de la rodilla derecha y con ello, aunado a que Masahiro Tanaka se trae un ligamento parcialmente desgarrado en su codo derecho que le ausentará seis semanas del montículo, pues ya se imaginará los ánimos en el staff de lanzadores Yankees, franquicia y seguidores, aquí, allá, acullá y en especial en el Bronx.
Y es que, además, ya saber usted que sus compañeros Iván Nova (codo) y Michael Pineda (hombro), a causa de lesiones, también están en el “hospital” rehabilitándose… a ver hasta cuándo.
Con todo esto, no pasarán muchas horas para que los hermanos Steinbrenner se lancen al mercado –o hagan algún urgente movimiento– en busca de uno o dos lanzadores que vengan a darle al famoso equipo el empujón que tanto necesitan para la búsqueda de llegar a postemporada… y lo que se acumule.
BERNABÉ LÓPEZ PADILLA:
Jesús Alberto: Al saludarte cordialmente al igual que a tus miles de lectores en el mundo, comento lo que dice el Dr. Carlos Rodríguez sobre el uso de linimentos y me pregunto, ¿qué sustancias contendrían?
Imaginemos que Babe Ruth por su exceso de peso le dolían las rodillas y le aplicaban un linimento que contiene marihuana y alcohol, que mi abuelita usaba para los reumas y otros dolores de sus extremidades inferiores. Posiblemente le aplicaron heroína también y así jugaba “livianito”.
En 1968 en mi época de estudiante en México, D.F. el equipo con el que jugaba estaba emplazado para empezar a las 8:00 de la madrugada en la ciudad deportiva de la Magdalena Mixuca; algo pasó que llegué tarde y en cuanto me vio el manager me gritó ¡vas al left fielder!
Poco tiempo después en la misma primera entrada tuve que hacer un tiro desde la barda a la tercera base y de inmediato sentí el dolor en el brazo.
Y, como no había calentado y así entre a jugar, me lastimé.
Aunque me eché todo el juego, el lunes andaba que no podía ni peinarme y alguien me recomendó que fuera con Rafael “Sungo” Pedroso, un cubano cátcher que jugó en la Liga Mexicana y la Invernal Veracruzana y quien una vez vino de coach con Felipe Montemayor de manager de Obregón.
Así que me fui a la colonia “Doctores” donde en una vecindad muy pobre vivía el Sungo. Me dio masaje con un aparato de eso que usaban los peluqueros (cuando daban masajes) que vibraba y un rato después me untó un linimento y con sus manos estuvo masajeándome la espalda.
Creo que duró como una hora en su labor y de pronto me dice, párate y haz como que tiras desde el fondo del center fielder a home. Hice lo que me dije, pero no como él quería, así que me acicateó y me dice: no tengas miedo. Volvía a fingir mi tiro a home y ahora si lo hice con soltura.
El “Sungo” me dio un súper masaje porque le platiqué que yo era de Los Mochis y me dijo: allí vive mi compadre Martiniano Garay y Raúl Navarro; cuéntame que ha sido de ellos, y como los dos negros cubanos tenían varias travesuras que hicieron y hay que contarlas, cuando menos pensó el Sungo ya tenía una hora conmigo y la clientela se le estaba desesperando.
Con eso tuve; para el domingo ya andaba jugando como si nada. ¿Qué contenía su milagroso linimento? No lo sé.
Lo que sí sé es que 10 años después me untaron un linimento en Mazatlán y me dejaron el brazo nuevecito, nada de dolor, y esa vez tiré las nueve entradas. No me anotaron carrera limpia, y eso que mi posición era cátcher; no era pitcher, pero me ayudó el linimento.
Cuando pregunté que contenía me dijo el dueño del galón que el linimento tenía ramas de marihuana; “las metes en el alcohol o en tequila y las dejas por lo menos 72 horas antes de usarlo y es bueno para dolores reumáticos, musculares, etc… Entre más tiempo tenga, mejor, y si le vas metiendo más ramitas de marihuana mejor…”.
Por ello supongo que en los tiempos del “Bambino” también había cositas milagrosas para dar mayor rendimiento, a lo mejor el tabaco que mascaban llevaba algo más que eso y nadie lo platica.
Claro, tiempos traen tiempos y ahora el pelotero con tantas cosas que se pone para batear protegiéndose le permite hacerlo sin miedo a un pelotazo y da mejores resultados, porque no es lo mismo jugar como nosotros lo hicimos sin protección en la cabeza, en los codos, antebrazos y pie, que con ella, así que a nosotros nos tiraban una pelota cerca de la cabeza y al siguiente lanzamiento ya estábamos cuidándonos de un pelotazo y eso merma el rendimiento al bate.
En fin, por ahí saldrán otros comentarios parecidos.[simpleviewer gallery_id=»524″]
