Al Bat
Malinalco y “El Bombero” Castillo
Por Jesús Alberto Rubio.
Ahora, desde el Pueblo Mágico, Metepec, Estado de México, hermosa población reconocida por su zona típica y variadas artesanías que se fabrican en barro y cerámica, principalmente, en especial por una de ellas: el reconocido árbol de la vida.
Claro, por ello y muchas cosas más, vale la pena conocer esta población conurbada con Toluca.
Este lunes, tempranito, visitamos Malinalco, también Pueblo Mágico, lleno de historia desde antes de la Conquista española, ubicado en un hermoso valle de exuberante vegetación.
El estar ahí, algo fuera de serie por sus calles empedradas, de historias y casas multicolores hechas de adobe y sueños. Y con un verdor de sus paisajes y la tranquilidad del ambiente lo convierten en un destino ideal para conocer el México ancestral, el descanso y la reflexión.
“Las calles de Malinalco están salpicadas de flores que brotan de las paredes de sus casonas coloniales y de pequeños templos de los siglos XVI, XVII y XVIII señalándonos los diferentes barrios en que se trazó el pueblo desde el siglo XVI y que nos trasportan en un viaje por el pasado de México…”.
http://www.mexicodesconocido.com.mx/malinalco-pueblos-magicos-de-mexico.html
Enrique “El Bombero” Castillo
Ayer domingo en el “Beto Ávila” de Cancún se tuvo la notable visita del brillante ex lanzador de los Tigres de la década de los 60´s, Enrique “Bombero” Castillo.
El miembro del Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México, recibió la invitación de la directiva felina para rendirle homenaje y que hiciera el lanzamiento de la primera bola en el tercer juego de la serie contra los Guerreros de Oaxaca.
Enrique Castillo, originario de La Barca, Jalisco, de 1963 a 1969 fue todo un estelar tanto como relevista largo y b luego cerrador, especialidad que todavía no tenía el rango actual en el terreno de juego.
En la LMB tiró durante 17 temporadas, nueve de ellas enfundado en la franela de los felinos; luego repartió seis campañas con Saltillo y Torreón, tres de ellas en cada plaza. También lanzó una en Córdoba, despidiéndose en 1977 con Nuevo Laredo.
Registró 131 triunfos y 94 derrotas, con ERA de 3.37.
Consiguió ocho campañas con más de 10 triunfos por año, siendo uno de los baluartes más importantes en la conquista del bicampeonato de los felinos en la década de los sesentas.
En el invierno, lanzó en siete temporadas, repartidas con Guaymas, Ciudad Obregón, Navojoa y Culiacán, obteniendo 28 triunfos a cambio de 37 derrotas y 3.31 de efectividad.
En síntesis: el mejor relevo y cerrador de aquella inolvidable época, lo fue Enrique Castillo.
Expreso y Paco Salazar:
Mire, otro excelso enlace nos comparte Paco Salazar:
http://expreso.com.mx/edicionimpresa/20130728/3/5.pdf
