El gran homenaje al “Windy”
• Desfile pintado de naranja y negro: Paco.
• El talento en escritores latinos: Luis Eloy.
• Cuba necesita mejor fogueo: Juan Emilio.
Por Jesús Alberto Rubio.
Honor a quien honor merece, amigos: el homenaje al colega Jesús Durán “Windy” Santeliz, por el Club Naranjeros de Hermosillo, refrenda con alto merecimiento su trayectoria de 50 años como especialista en la materia, columnista y editor deportivo.
¡Mis respetos para el gran colega!
Su reconocimiento se dio en el segundo juego de la serie entre los Naranjeros y los Algodoneros de Guasave en el “Héctor Espino”, escenario donde recibió la admiración de la fanaticada que valora en grande su carrera periodística.
Sin duda, por demás emotivo fue el momento en que al finalizar la quinta entrada el “Windy”, en compañía de su esposa, su hijo y nuera, bajaron al campo donde los esperaban Enrique Mazón, magnate de la franquicia, junto con Arturo León Lerma, presidente Ejecutivo, Juan Aguirre, gerente, Carlita Bustamante, Relaciones Públicas, y el accionista Naranja Luis Acosta Mazón.
En el terreno de juego fue recibido con aplausos por parte de la afición, posteriormente se mostró un video en la pantalla gigante del estadio donde se mostraron algunas entrevistas con compañeros del homenajeado. Después Durán Santeliz realizó el lanzamiento de la “primera bola de manera simbólica” para terminar la primera parte del homenaje.
Al finalizar el sexto episodio vino la segunda parte del homenaje en la cual se develó una placa en la sala de prensa del estadio que desde ese día lleva su nombre en medio de aplausos generalizados por los testigos de tan significativo momento en la vida del “Windy”, colega muchos años en El Imparcial.
¡Felicidades, amigo!
Paco Salazar:
Hola Amigos: se fue Octubre, al mes de la luna más bella, el que mejor simboliza el otoño con sus árboles cubiertos de hojas naranja, rojizo y ocre.
En especial, miércoles 31, fue un día pintado de naranja y negro.
Primeramente por la festividad sajona del Halloween representada por las calabazas y las vestimentas negras de brujas, y las siluetas que contrastan contra el resplandor de la pálida luna llena.
Fue también naranja y negro porque se celebró el desfile de campeones de los Gigantes de San Francisco en la urbe californiana, cuyas calles se tiñeron de los colores de la franquicia que cuenta con más juegos ganados (10,522) en la historia de las grandes ligas.
Y aquí en casita triunfaron los Naranjeros, en un peleado partido que se decidió con cuadrangular de Jessie Gutiérrez a la primera pitcheada del cierre del décimo inning, dejando en el terreno a los Algodoneros, ante un público eufórico que salió feliz.
¡¡¡Naranja es mi color !!!
Luis Eloy Ramírez Cabrera:
De acuerdo:
Jesús Alberto: Recibo con muchísimo agrado -los venezolanos seguimos con el festejo- las palabras del Dr. Rodríguez Candila y el fervoroso apoyo de Juan Emilio Batista, a mi planteamiento de la Asociación.
Ambos comentarios me han hecho reflexionar sobre ambos temas y deseo compartirlos con tus lectores. En primer lugar qué mejor momento para demostrar que no sólo tenemos talento en el campo, sino también en nuestros cronistas, comentaristas e historiadores del juego ¿o no?
Tenemos peso y calidad para no dar un amén automático a lo que digan o escriban Peter Gammons, Bob Nightengale, Jon Heyman, Ken Rosenthal, Jerry Crasnick, Jon Morosi o Buster Olney; ¿o tendrán más inteligencia porque trabajan para Espn o la MLB? Yo no lo creo.
Es inverosímil que en sus días de estrella, José «El Diamante Negro» Méndez derrotara a Eddie Plank y a Christy Mathewson -ambos ganadores de 300 juegos- y que hoy día Scott Simkus y John Holway «opinen» que el humilde cubano llegó a Cooperstown no sólo sin mérito alguno, sino por cuentos de camino.
Y que tal de Rick Weiner, quien escribió que Luis Aparicio no merece estar en el Salón de la Fama.
Hoy con tanto talento en las mayores, como para hacer una Serie Mundial o un Juego de Estrellas con sólo jugadores hispanos, cómo es posible que ninguno de los periodistas y columnistas que viven y trabajan el tema del beisbol en tierras estadounidenses salgan al paso ante la falta absoluta de respeto y aseveraciones carentes de brillantez de estos «colegas» angloparlantes.
Tal vez como piensan algunos desafortunadamente, el que exista una Asociación fuera de Estados Unidos conformada por una comunidad hispana multinacional no relacionada con la MLB, es impensable.
En mi opinión esa situación nos libera de las amarras de tener el pan y el sustento allá.
En los países «beisboleros» de Latinoamérica también hay talento, preparado para igualar a los pioneros que en el terreno de juego superaron las barreras de su época, por supuesto hay que demostrar que somos elite y sino lo creemos nosotros porque tienen que creerlo Weiner, Holway y compañía.
Como dice nuestro querido Toño Elizarrarás, ¡esta no es la hora de la cuneta!
Mi otra reflexión es ¿qué sucedió con el beisbol en México?
Mientras nosotros no teníamos ni un jugador en las Mayores, México tenía a un talentosísimo Baldomero Almada ya liderando la Americana en sencillos y con una seguidilla de 29 juegos bateando hits.
Nosotros tuvimos nuestro primer Champion Bat, en 1993, pero México ¡lo tuvo en 1954!
Mientras nosotros no teníamos segunda o tercera base titulares, México se sentía orgulloso con el guante dorado de Aurelio Rodríguez y a Jorge Orta.
México tenía a Valenzuela, Teodoro Higuera, Francisco Barrios y Aurelio López cuando nosotros ni soñábamos con tener a Santana, Hernández, Escobar o Freddy García.
Entonces ¿qué pasó?
Una vez más gracias Jesús, al permitirme expresar mis opiniones a los que formamos la hermandad del Al Bat.
Un abrazo fraternal en la distancia.
¿Qué aportó a la preselección cubana de béisbol su gira por México?
Por Juan E. Batista Cruz
La respuesta a la interrogante del título es, ¡nada! Sinceramente, me parece que topar con equipos absolutamente inferiores, puede provocar un relajamiento en los preseleccionados que, pudieran ser sorprendidos en unos días cuando enfrenten a novenas de gran calidad como China Taipei y Japón en un periplo que sí debe ser provechoso de cara al III Clásico Mundial.
Estoy seguro de que hubiera sido más útil continuar con los encuentros de Rojos y Azules, a puertas abiertas o cerradas, con transmisión televisiva y radial, o no, pero sometidos a una calidad de béisbol muy por encima de la que encontraron en Ciudad del Carmen, Campeche o Yucatán, donde les opusieron peloteros absolutamente inexpertos, novatos que apenas comienzan sus primeros pasos en los circuitos rentados de ese hermano país.
Es algo parecido a lo que ocurrió en los días previos al comienzo del II Clásico en el 2009, cuando el equipo cubano decidió “foguearse” frente a los Pericos de Puebla, de la Liga Mexicana, mientras que otros conjuntos, dígase África del Sur, Italia y Holanda, por citar solo tres, enfrentaban a novenas de Grandes Ligas que estaban en sus campos de preparación con vistas al comienzo de la temporada en abril.
En aquella oportunidad, como en esta, los equipos mexicanos utilizaron a sus novatos para probarlos frente a la reconocida calidad de los nuestros. Entonces, ¿Quiénes les sacaron provecho a estos enfrentamientos? Evidentemente los aztecas utilizaron estos topes para tener una evaluación justa de la forma de sus atletas menos experimentados.
Ni antes ni ahora, el enfrentamiento con peloteros inexpertos puede ayudar a la preparación de los jugadores cubanos de cara a un evento de tanta calidad como es el Clásico Mundial en su tercera edición. Por eso no creo que sirva para medir la forma de los atletas experimentados o aquellos más jóvenes que están en la pelea por ganarse un puesto en el equipo nacional.
Es todavía menos lógico que se haya viajado a México a pocos días de enfrentar una exigente gira por Asia, en la cual sí se puede hablar de fogueo para nuestros principales peloteros, la mayoría de quienes estarán, seguramente, en el ultra difícil III Clásico. El equipo va a encontrar un súbito aumento de la exigencia en busca de los objetivos trazados.
Me parece que, efectivamente, el béisbol cubano necesita fogueo, precisa de medir fuerzas, pero tiene que ser frente a rivales que estén, al menos, a nuestro nivel de calidad, aunque lo ideal es hacerlo con los que teóricamente, estén por encima, de manera que se ponga a prueba la capacidad integral de la pelota en la Isla.
Si usted quiere aprender, si se dispone a conseguir la elevación de su calidad, no puede bajar a planos inferiores, porque entonces lo que hace es servir de maestro a los que están comenzando. En otros términos, si nos estamos preparando para ir a la universidad no es posible encontrar ayuda en la enseñanza secundaria, hay que tratar de encontrarla entre los doctores. A buen entendedor, con estas palabras, basta.
Efemérides de Alfonso Araujo:
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