Joakim y “Miggy”
• Llaman la atención las primeras firmas de prospectos Naranjeros.
Por Jesús Alberto Rubio.
Me imagino que ya usted sabe por qué desde hace más de una semana Joakim Soria sigue estacionado en 15 salves y efectividad de 1.75.
Y que conste, la razón no se llama lesión alguna.
La causa: Los Rangers llevan ¡ocho derrotas en línea!
Y, así, pues como que nada de nada para el paisano a la hora de que Ron Washington lo jale del bullpen para salvar algún partido ya que en esta pésima racha texana en la mayoría de los choques han llegado perdiendo en la novena perdiendo con al menos dos carreras de diferencia.
Ayer, los vástagos del Llanero Solitario cayeron 6-0 con unos Tigres de Detroit que muestran el otro lado de la moneda, y de qué forma: ¡lleva diez victorias consecutivas!
La blanqueada se las “brindó” Rick Porcello (10-4) con pelota de tres hits que le dieron su primera lechada en su carrera ligamayorista y apenas su segundo juego completo en 164 aperturas desde el 2009, todas con los Tigres de Detroit.
Y para no variar, Miguel “Miggy” Cabrera apoyó de nuevo con cuatro hits incluido su doble 28 y producida 64 del año para aumentar su porcentaje de bateo a .325, el tercer mejor promedio del circuito, además de tener 13 HR y 64 CP.
¿Un cuarto título de bateo seguido?
Caray, el venezolano sigue de nuevo en gran ritmo bateador y no le extrañe que consiga una cuarta corona de bateo consecutiva en el nuevo circuito, o sea la Liga Americana.
Con esos tres gallardetes, Cabrera pasó a la historia en el primer pelotero de MLB en lograr esa hazaña en más de dos décadas.
El 2012 fue galardonado como el JMV tras pegar para .330 con 44 jonrones y 139 remolcadas, convirtió se convirtió en el primer pelotero en conseguir la Triple Corona desde Carl Yastrzemski en 1967, jugando, claro, con sus Red Sox de siempre.
Y hay más estadísticas sobre el orgullo de Maracay y antesalista de los Detroit Tigers, verá:
En ese 2012 pasó a ser el primer bateador derecho en cualquier liga que gana tres títulos seguidos de bateo desde que Rogers Hornsby hilvanó seis con los Cardenales de San Luis, entre 1920 y 1925.
Y también fue el quinto jugador que gana tres coronas de bateo en fila dentro de la Liga Americana, uniéndose a Nap Lajoie (1901-1903), Ty Cobb (1907-1909, 1911-1915 y 1917-1919), Rod Carew (1972-1975) y Wade Boggs (1985-1988).
El 2013, fue el mejor de todos con año acumuló .334, 44 y 137.
Esta vez, veremos si hay un cuarto seguido para el gran toletero venezolano quien con su bat y talento empuja de manera decisiva a que sus Tigres sigan dominando el panorama en la División Central de la Liga Americana, a 4.5 arriba de los Reales de KC y con el mejor porcentaje de ganados y perdidos del circuito con .573.
Primeras firmas Naranjeras
Los 16 veces campeones Naranjeros de Hermosillo en la LMP acaban de elegir a sus tres primeras firmas del año, los prospectos Roberto Ramos, Edwin Alexander Real y Alán Eduardo Rangel, jugadores hermosillenses catalogados como talentos de oro en el futuro mediato de la franquicia.
A ver:
Roberto Ramos Ballesteros es un primera base que radica en EU y quien destaca por ser un bateador de poder. Reciente fue tomado en el draft de MLB por los Rockies de Colorado en la ronda 16; batea de zurdo y lanza diestro. Estudió en College of the Canyons en California, mide 1.93 y pesa 99 kilos.
Edwin Alexander Real, catcher e infielder, también se distingue por su bateo y a sus escasos 15 años logró conectar dos cuadrangulares en el Estadio «Héctor Espino». Real estudió en la Universidad de Nuevo México y fue seleccionado por los Minnesota Twins en el draft de este año de MLB en la ronda 24, mide 1.83 y pesa 90 kg.
El tercer elemento seleccionado es el pitcher derecho de 1.91 metros de altura, Alan Eduardo Rangel, quien tiene gran variedad de lanzamientos en su repertorio y es un talento a seguir.
Ok. Tiempo al tiempo.
CARLOS CASTILLO:
Que merecido homenaje preparan para Pedro a «Charrascas» Ramírez, quien siempre fue mi ídolo.
Las notas, no crónicas se publicaban en «El Redondel» ¿te acuerdas de este semanario? Bueno, pues mi tío era torero y lo compraba y yo aprovechaba leerlo cuando se ausentaba.
Ya pasados muchísimos años, vino «Charrascas» a Mérida, en Liga Mexicana, no recuerdo con que equipo y como yo era el anunciador del parque «Carta Clara», llegaba desde las cinco de la tarde.
¿Motivo?, en aquellos ayeres los clubs no proporcionaban la lista de sus jugadores con los números de sus uniformes y cuando arribaban al parque, me acercaba al mánager y preguntaba ¿cuantos jugadores? ¿me ayuda por favor¿ y a continuación el número tal, ah es fulanito, y el número tal, es menganito y contaba los nombres y números y le daba a conocer al mánager, me faltan dos, a ver, léeme y así era el trabajo.
Ya en plática personal con «Charrascas» en una ocasión rememoramos cuando sólo se jugaba con la luz del sol, en el «Delta» y los escasos dineros que les pagaban y riéndose me dijo, nos despertamos hasta las once de la mañana y cuando terminábamos de desayunar eran las doce horas aproximadamente, un descanso, recoger el uniforme, zapatos y guante, a tomar el democrático autobús nos llevaba al juego. Terminábamos, al departamento, un baño, a cenar y escucha el radio o ir al cine.
¿Qué notas? nos ahorrábamos el costo del almuerzo. Que tiempos de aquel beisbol romántico, Jesús. Nunca jamás en lo que nos resta de vida lo volveremos a vivir.
Otra anécdota, ahora con Benjamín «Cananea» Reyes al que siempre le caí bien y la pregunta ritual, «Benjamín (nunca lo llamé Cananea) cuántos jugadores trajiste y su respuesta ¿jugadores? TRES O CUATRO. Siempre fue así, Benjamín. Saludos.
PEDRO RAFAEL CRUZ GONZÁALEZ:
Amigo Rubio, hace unos días el amigo Luis Eloy me envió un mensaje sobre un tema que me refiere personalmente. Intercambiamos notas de manera muy cordial y todo concluyó como Claude Rains y Bogart en el final de «Casablanca»: como preludio de una gran amistad.
Pero ahora veo que usted publicó su nota, por lo que le ruego que lo haga con la mía.
No se por qué la referencia a mi persona en el tema de los «desertores». Jamás en mis 44 años de trabajo he empleado ese término, pues para mí los de la isla son paisanos que viven dentro o fuera de ella, preocupados por su bienestar eterno.
Ahora bien, es demasiado cruel para los fanáticos, esos que mantienen la pasión criolla por el beisbol, que de un plumazo pierdan un atleta al que le han entregado todo su cariño y ellos mismos hayan convertido en ídolo, porque las leyes que rigen el beisbol a su más alto nivel le impiden regresar al terruño.
Es importante que sus lectores dominen que Grandes Ligas obliga a los cubanos, sólo a los cubanos, no únicamente abdicar de su lugar de nacimiento, también a no poder llevarle a los suyos lo que han adquirido con el desarrollo de su talento.
Observe cómo se expresan de su tierra la mayoría de los que recientemente han llegado: todos o casi todos lo hacen con cariño, además de dejar abierta la posibilidad de representarla en posibles clásicos.
Independientemente de Chávez o Maduro, los venezolanos pueden viajar libremente a su país y hacer con su economía lo que crean conveniente. También mexicanos, dominicanos, colombianos, nicaragüenses. A los de la isla caribeña les está vedado.
En You Tube pueden encontrar fácilmente las declaraciones de Contreras y Ordóñez, por sólo citar dos simples ejemplos, quienes regresaron a su patria años después de sus días de gloria. Es sencillamente emocionante oírlos.
Los cubanos tienen que vivir con un estigma propio, reflejado muy recientemente en el caso de Despaigne. El isleño viajó a México «en busca de horizontes nuevos», para verse envuelto en una clara maniobra en su contra. Quizás también contra los Piratas de Campeche, quienes tuvieron la osadía de acercarse a Cuba para elevar el nivel de su beisbol. Remember Jorge Pasquel.
Por lo demás, gracias a la hermandad. Ahora tengo más amigos que poseen el mismo vicio incontrolable: el beisbol… y la música.
El abrazo de siempre.[simpleviewer gallery_id=»509″]
