Márquez, artimañas y doping
Por Jesús Alberto Rubio.
A ver: ¿sabe usted dónde anda Alfonso Márquez, el zacatecano y primer ampáyer mexicano en Ligas Mayores?
Llevo una semana revisando los box score y no lo encuentro; y es que entre otros ya conocidos, sólo aparecen apellidos como Kellogg (Mmmm); Bellino, DiMuro, Carapazza, Muchinski, Randazzo, Tumpane, Estabrook, Darling (Mmmm); Drake (¿el pirata?); Guccione, Scheurwater, Kulpa (Mea culpa); Wolf (Lobo); Hamari, Patillo, Cuzzi (Televisa: Ya llegó Cusi/Paula)…¡pasa apellidos!
Márquez está en la lista/roster de ampayers de MLB, pero por más que lo busco, aquí y allá, ¡no se de él! ¿Usted sabe de su paradero?
Artimañas
Cambiando de tema, hoy temprano me dijo mi compadre Paco Martínez: “Mira a tu Michael Pineda, “de tus Yankas” (no los quiere, obviamente), utilizando resina de pino para controlar mejor sus envíos… ¿Y ahora, qué dices…?
Y tiene razón. Pro, al mismo tiempo le digo que no es ni será el único en usar artimañas en el centro del diamante, sea raspar la pelota con una lija o lima de uñas, untar resina de pino a la manopla, poner vaselina a la esférica e incluso la misma saliva, son recursos más comunes de lo pensado y de los cuales por supuesto no estoy de acuerdo y lo más seguro, es que usted también los rechace, como precisamente lo hace MLB.
Mire esta historia sobre el tema:
http://www.excelsior.com.mx/adrenalina/2014/04/12/953704
El antidoping
La semana por terminar recibimos noticias no muy agradables de los exámenes antidoping que realiza la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) a los jugadores de sus 16 equipos.
El reporte fue que el laboratorio de la Comisión Nacional del Cultura Física y Deporte (CONADE) les entregó 137 resultados, de los cuales cinco resultaron positivos:
1.- Alexander Cabrera, de Rojos del Águila de Veracruz, con anabolizante.
2.- Jerry Owens, de Tigres de Quintana Roo, con droga de abuso.
3.- Reggie Abercrombie, de Acereros de Monclova, con sustancia enmascarante.
4.- Víctor Díaz (ya dado de baja), de Broncos de Reynosa, con sustancia enmascarante.
5.- Carlos Zúñiga, de Saraperos de Saltillo, con anabolizante. (Se le suspendió 50 juegos, siempre y cuando esté registrado en alguna lista de reserva).
A los primeros cuatro no se les permitirá ser contratados por ningún equipo, mientras que al quinto se le suspendió 50 juegos, siempre y cuando esté registrado en alguna lista de reserva.
En el caso de Cabrera, solicitó revisión de un segundo examen, resultado que se dará a conocer el próximo martes. Por mientras, el venezolano está en la banca acompañando al glorioso equipo porteño.
El comunicado nos reiteró que de esa manera la LMB continúa con su programa antidopaje, cuyo objetivo es ofrecer un espectáculo limpio a los aficionados y hacer conscientes a los jugadores de las repercusiones negativas que el uso de sustancias prohibidas puede ocasionar en su salud.
Muy bien.
Sobre este tipo de exámenes, ahora me pregunto cuándo volverán a aplicarse en la LMP.
Dr. Vicente Arturo Carranza Fernández:
Por supuesto que “Mi Sangre”, el doctor Carranza Fernández, no podía dejar por un lado comentar sobre el tema, el cual ha abordado en diferentes foros dentro y fuera del país como especialista en Medicina Deportiva y un experto conferencista sobre el antidoping, especialmente en el beisbol:
Esta vez, primero nos explica en detalle los siguientes conceptos:
Anabolizantes: utilizado por los deportistas para aumentar su masa muscular y resistencia al esfuerzo físico y por ende mejorar el rendimiento.
Enmascarantes: alteran y enmascaran la eliminación de sustancias prohibidas por la orina o disimulan la presencia de sustancias prohibidas durante el doping y hasta los exámenes sanguíneos son alterados.
Drogas de abuso: cocaína, mariguana, LSD, opio (heroína, codeína, morfina); éxtasis; GHB (éxtasis líquido); phencyclidina o PCP (droga disociativa usada como agente anestésico y que posee efectos alucinógenos, además de neurotóxicos mencionada como polvo de ángel, hierba mala y píldora de la paz).
“Mi Sangre” se pregunta enseguida el por qué existe el doping en el béisbol y señala que simple y sencillamente porque se convierte en un factor externo para mejorar el rendimiento y muchas veces el abandono de la preparación física ya que el pelotero cada vez tiene más exigencias de parte de los directivos, de las televisoras, cronistas, de la prensa escrita y del aficionado así como también de ellos mismos (jugador) para lograr jugosos contratos y otras exigencias más, es decir, los triunfos a conseguir con el menor esfuerzo posible.
Menciona que el doping transforma a un individuo común en un súper hombre.
“Desde la infancia se le educa al infante a estas doctrinas. Ahí tienen ustedes el personaje/caricatura llamado “Popeye” quien come espinacas y se transforma en un súper hombre, musculoso e invencible”.
Carranza Fernández sostiene que el doping ha sido muy publicado como su uso, pero piensa que al jugador, directivos, cuerpo técnico y demás dentro del béisbol no se les ha enseñado los efectos tan complicados en la utilización de sustancias prohibidas que no sean controladas por un facultativo y que lo refiero así por razones obvias de que hay sustancias medicamentosas de uso terapéuticos.
Apunta que debería haber más información científica y de historia sobre el tema y lanza la pregunta: ¿por qué el dopaje?, respondiéndose en cuanto a que comprobado está que las prescripciones o las recomendaciones de aplicación la mayoría de las veces las hacen quienes dicen tener experiencia de uso y no de conocimiento facultativo profesional.
Finalmente puntualiza:
1.- Hoy en día ningún jugador, directivos, profesionales, cuerpo técnico y liga puede escudarse en que no estaban enterados de que sustancias son prohibidas para el desarrollo del deporte del béisbol.
2.- Creo que la enseñanza oculta la ignorancia y al hacerlo nace el respeto a los conocimientos para no cometer errores en ti ni en tus semejantes.
3.- El doping induce al abandono del entrenamiento.
4.- La presencia de la prueba de antidoping motiva a la superación personal fisiológica normal dentro del deporte.
¡Excelente, “Mi Sangre”.
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