Erré, Carlos. Erré.
“Amicus Plato, sed magis amica veritas”
“Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad”
Cuando el 08 de febrero pasado, recibí la llamada mi amigo Carlos King, con quien compartí cubículo durante poco más de tres años, me imaginé la razón, la gobernadora Marina del Pilar había decidido nombrarlo como director general del INDE.
Antes de contestar la llamada, me encontraba tratando de alcanzar las palabras que fueran suficientes para expresar el gusto que me hubiese dado esa designación, especialmente porque en él se cumplía lo que dispone la ley, un profesionista como titular del INDE, porque titular hay uno y debe cumplir ciertos requisitos.
Carlos conoce del tema. En noviembre del 2018 nos encontramos en la cámara de diputados y después de un abrazo, de esos entre dos amigos que no se habían frecuentado en un tiempo, me dijo, “líder, necesitamos profesionistas del deporte dirigiendo, no solo en BC, vamos por el país”.
“Esa es, mi Charlie”, le respondí.
Carlos cumple con todo lo necesario para ser director general del INDE.
Profesionista, conoce a detalle el sistema nacional de cultura física y deporte, del que fue directivo, tiene relación con federaciones, ha tenido responsabilidades importantes, como aquel circuito primera dama que fue tan innovador y que logró cristalizar el CRIT Teletón, es un tipo que ya estuvo en el instituto y además es cercano a Carlos Torres, cónyuge de la gobernadora y quien sabe que lo que menos necesita una institución como el INDE es improvisación.
Yo estoy convencido de que la propuesta de la gobernadora era él, pero la política pudo más y Carlos, generoso como pocos, accedió a apoyar.
De otra cosa estoy convencido, y es que una vez que se enmiende el nombramiento ficticio e ilegal que se ha otorgado, Carlos King Ristori, debe ser el perfil que la gobernadora considere.
Espero poder llamarle y felicitarle. Por lo pronto me congratulo de su regreso al instituto. No así por la forma en la que se dio.