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BEISBOL

AL BAT

Refuerzos en el Caribe

·      Esteroides y beisbol

Por Jesús Alberto Rubio.

Interesante cómo la cotización del pelotero mexicano va al alza en el beisbol del Caribe:

El beisbol dominicano hoy se tiene la presencia de refuerzos de la LMP, como los pitchers Marco Antonio Quevedo y Marco Tovar, con Águilas Cibaeñas; Jorge Cantú con Toros del Este, y José Cobos y José Guadalupe Chávez con los Leones de Escogido.

También en la pelota venezolana figuran los lanzadores Dennys Reyes (Caribes de Anzoátegui) y Tomás Solís (Zulia). Con la tribu anda Garrett Mock, ya sabe, quien tiró la reciente campaña de la LMP con Hermosillo.

Cesáreo Suárez Naranjo:

Así es; respecto a Manuel Arroyo. ¡Cierto!, en la Liga Mexicana de Verano no logró ningún título. Lo recuerdo, más, dirigiendo a los Diablos Rojos, a fines de la década de los cuarenta. Pero, aun así, y por su gran historial, en la Costa del Pacífico, debió haber sido -desde hace tiempo- ingresado al Salón de la Fama nacional. ¡Mis parabienes, a sus descendientes, familiares y amigos! Saludos.

Ah, ¡muy buenos, los comentarios, del doctor Vicente Arturo Carranza, de Juan Emilio Batista C., y de Juan Ramón Sevilla C., respecto a los jugadores de beisbol, que han ingerido drogas. Muy amplio el punto de vista del doctor. Y, Juan Emilio, pone como ejemplos a peloteros de la talla de Roberto Clemente, Tony Oliva, Orestes Miñoso, (entre otros).

En cuanto a Juan Ramón, la sola mención de Babe Ruth, nos da una idea de la diferencia que hubo, en cuanto a tomar licor, en sus tiempos, a estos “otros” jugadores, que se administraron esteroides anabólicos, y otras sustancias.

Te imaginas, respecto a aquellos “tomadores”, cuán grande hubiese sido nuestro Miguel “Becerril” Fernández (Y ya no digamos esa “parejita” de “room-mates”: Eddie Ford y Mantle, ¡cuántos records más, pudieron haber impuesto, de no haber sido tan adictos al trago!

Luis Eloy Ramírez Cabrera

¡Habló Lance Armstrong!! Sus propias palabras silenciaron con la fuerza del trueno el coro de voces de sus ingenuos ultra defensores.

No queda mucho por añadir, sin embargo en mi visión personal simplemente corrobora por analogía -y no niego mi satisfacción-  que el beisbol por intereses económicos mayores a la pulcritud y honestidad  del juego, no aplicó los correctivos necesarios y como resultado se dio la sangría de estadísticas «falseadas» que por los momentos y esperemos que nunca, sean bendecidas por los votantes a Cooperstown.

Este maravilloso espacio me permitió escribir ampliamente sobre el espinoso tema y aunque en ocasiones no fueron bien recibidos, en la mayoría de los casos los lectores- varios, ya amigos a la distancia- fueron coincidentes a mis planteamientos.

En mi última aparición en Al Bat coloqué parte de la abundante  información que tras minuciosa investigación encontré sobre los esteroides y el beisbol. No hay jugadores, representantes, agentes ni equipos inocentes de culpa como por supuesto tampoco MLB.

Si la confesión de Armstrong, reventó en los portales noticiosos del mundo como la mayor mentira y engaño de la historia deportiva, también envió una dura lección a una prensa “enamorada” con FÉ piadosa de un ídolo al que consideraban un elegido incapaz de trampear y por ello trato de influir negativamente contra la USADA y la UCI, cuando estas tomaron sanciones que por supuesto son inimaginables en el beisbol.

Y aunque efectivamente la MLB, no será ni cercanamente tan rigurosa con los infractores, creo que desde ahora… no veremos más peloteros llorando al dar ruedas de prensa mostrando su arrepentimiento, tratando con esas lágrimas de lograr perdón y lastima de los fanáticos.

Creo que desde ahora… no habrá sabios – Buster Olney, Bill Pennington y cia- potenciando la idea de que es imposible erradicar del juego la trampa y por ello sus usuarios indefectiblemente deben tener una placa al lado de Clemente o Gehrig.

Creo que desde ahora… los héroes tendrán que serlo por talento natural y trabajo duro, y no por comer ensaladas de «espinacas» y «epo».

Creo que desde ahora… no habrá más niños ni fanáticos estafados por héroes que ni son héroes y menos aún buenos ejemplos. Creo que desde ahora… no habrán periodistas que piensen en la «ingenuidad» y no culpabilidad de los jugadores esteroidómanos y salgan a poner sus manos en el fuego alegando su virginal inocencia.

Armstrong confesó como en su momento lo hizo Marion Jones; por ello quiero creer desde ahora todo eso alejará al beisbol del mal camino del boxeo y en eso muchos lectores de Al Bat quieren creer conmigo.

Gracias al Dr. Vicente A. Carranza por sus comentarios y su solidaridad a mi anterior «TURNO AL BAT» al igual que a mi buen amigo Juan E. Batista Cruz, siempre asertivo y concreto en sus opiniones. También mi reconocimiento a Juan Ramón Sevilla lCovarrubias, por su interesante análisis y con el que estoy absolutamente de acuerdo en su posición, sin embargo aprovecho para hacerle dos salvedades.

Orlando Cepeda nunca asesinó a nadie; fue detenido por traficar cocaína, como sucedió con Ferguson Jenkins. Si así escribió en su libro Cohen o reprodujo Pennington, créeme que no investigaron mucho.

Segundo, Fay Vincent hizo lo que pudo por la integridad del juego; era de la escuela conservadora de A. Bartlett Giamatti pero su comunicación fue enviada en 1991, y al año siguiente (1992) llego a sustituirle Allan «Bud» Selig, así que eso memo debió ser “traspapelado» o  enviado a otro planeta por los dueños de equipos, el sindicato, jugadores y MLB!

Gracias por el turno, Jesús Alberto.

Carlos Castillo Barrio

No se le había dado importancia ni se había dado a conocer el dopaje. Recuerdo, que se habla quedito de un parador corto cubano, omito el nombre, que se hablaba de que antes de los juegos en Liga Península, allá por los años 40´s, que antes de los juegos se fumaba un cigarillo de marihuana.

Subrayo que no se trataba de Pedro «Preston» Gómez, caballeroso torpedero que se presentó con «Estrellas Yucatecas» también en esos años pero posterior al primero mencionado.

Luego en el año de 1972 viajé con los «Leones» a invitación de su directiva a Guadalajara y al estar esperando la salida para Córdoba, José Ramón López, el inolvidable «Guajiro» en la oscuridad del autobús habló en voz alta, que «él no ingería esas pastillas (¿?) porque al término del encuentro no se podía conciliar el sueño y al siguiente día era un sufrimiento».

Luego hubo un jardinero norteamericano, de color, que llegó a los «Leones», también drogadicto y conflictivo, fue  dado de baja y a la campaña siguiente se enfundó con los «Diablos Rojos». No se le prestaba la atención debida, pero todo se debió al número de juegos dobles, en casa y en gira.

Ejemplo, esa serie, mencionada en Guadalara, salimos de Mérida a  la medianoche de domingo y llegamos a la Perla Tapatía el martes a las 8 de la mañana. Juego por la noche, miércoles doble partida, jueves sencillo y salida a Córdoba y así continuaba el calendario. Era para acabar físicamente con el jugador, no fue sino con la llegada del Lic. Treto que se terminó. Saludos.

Dr. Carlos Rodríguez Candila:

Felicidades en primer lugar a todos los amigos por este y todos los años que celebremos. Que todo sea mejor siempre y tratándose el tema nuevamente del llamado dopaje, respeto las opiniones del colega (en medicina), Dr. Vicente Arturo Carranza Fernández,  como la de Juan Emilio Batista y Juan Ramón  Sevilla Covarrubias.

El Tema está tan trillado en tantos campos del deporte y para el caso el beisbol, quizá ingerir sustancias como esos llama dos Gatorade, rehidratantes energéticos y otras variables con contenidos de cafeína, tebaínas, nicotina, etc., en cualquier forma de consumo, ingeribles, masticantes, o inhalables, etc.

Históricamente siempre han ido con toda sus variantes el uso y recurso de aplicar a atletas o NO para rendimiento superior al estimado en ausencia de tal utilización.

Es común el consumo mezclado de aspirinas, café más coca cola, para elevar en determinadas personas el estado de alerta. Por ejemplo, choferes de rutas largas y si además se agrega anfetamina como es la bencedrina o el aktedron, permite -no en todos  y es aquí lo que en materia de farmacología se denomina idiosincrasia- un efecto condicionante de mantener u optimizar por así decirlo.

Sería interesante releer o leer a Carlos Castañeda respecto al chamanismo en algunos libritos que nos legó como son Viaje a Ixtlán, Las enseñanzas de Don Juan, El Don del águila, etc, así mismo consultar el libro farmacológico de Goodman y Gilman, donde se puede sin tener conocimientos médicos todo lo relativo al uso debido o indebido de fármacos, en materia de toxicología existe también mucha información.

Por el momento sólo puedo suponer que siempre han existido consumidores de «X» substancias  que el deportista consideró coadyuvante de mejorar su rendimiento pensemos solamente en el consumo excesivo de vitaminas y sobre todo combinadas con jing seng, citilcolina  y otras variables.

Lo curioso que puedo distinguir es que en el caso del beisbol el consumo de esteroides y otras sustancias como los derivados de la efedra o efedrina o pseudoefedrina y muchas más como los opioides y derivados y un sin número de productos sintéticos con efectos similares  el resultado buscado parece selectivo en determinados atletas  aun los que no lo alcanzan puedan consumir dosis mayores.

Hoy la alimentación en general tiene altas dosis químicas del producto acelerado en crecimiento para el consumo humano sea , vegetal, ultramarino, entre otros.

El tema sigue siendo difícil de manejar pues si bien las altas autoridades de G.L.M. y otras ligas NO es porque lo ignoren sino porque tampoco conviene a intereses muy particulares y sobre todo económicos.

Lamentablemente, reitero, por ejemplo la bebida más sencilla como es el gatorade y ya no digamos los anuncios de cervezas e incluso en los uniformes de los jugadores que antes se limitaba a panorámicos de cercas y bardas de los estadios. Saludos  y feliz año para Ti y todos los amigos de estas páginas.

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