Así rememora su triunfo
CALLAO, Perú – “Presionar al rival sin presionarme”, así resumió Daniela Souza parte de su estrategia y el plan de trabajo pelea a pelea en busca de la medalla de oro, tras un largo ciclo de preparación que comprendió giras de fogueo y campamentos, y lejanía de sus seres queridos experimentando un proceso de madurez a muy corta edad.
“Fueron peleas muy complicadas, fueron grandes atletas”, dijo sobre los rivales a los que enfrentó. “Me ha tocado pelear ya con algunos de ellos varias veces, a veces te toca salir adelante a veces no, y creo que hay que seguir entrenando”, recordó.
“Cierro con una sensación de querer más y voy creciendo en este deporte con mucho camino por delante”, expuso luego de haber concluido momentáneamente con un objetivo.
“Realmente yo fui escalando muy rápido en el ranking desde que subí a adulto”, indicó.
“Ahorita voy a buscar los Grand Prix a empezar a medirme con atletas de gran nivel dentro de los 32 mejores del mundo y espero que las cosas sigan bien y quiero seguir subiendo en este camino”, sostuvo la atleta que dedicó la medalla a su familia.
DETALLES QUE NO SABÍAS DE DANIELA
En 2011, Daniela fue portadora de la Antorcha de los Juegos Panamericanos de Guadalajara en su paso por Tijuana. Su padre, Gerardo Souza, fue futbolista profesional.
El jugó como guardameta de los Pumas al lado de figuras como Olaf Heredia.
Fue entrenador en la organización de Xolos.
Actualmente es Entrenador de equipos femeniles de la universidad Anáhuac.
Daniela tiene una hermana gemela, Diana, quien también practica Taekwondo. Ambas han ganado medallas en eventos como la Olimpiada Nacional en combate y poomsae y han sido integrantes de selecciones nacionales.
Antes de pasar por el Taekwondo practicaron Karate Do. Sus casas de entrenamiento han sido el CAR de Tijuana y el Dojan WTU en Otay.
MADRE EJEMPLAR
“Es hija de una mamá incansable por darle todo el apoyo a ellas (Daniela y Diana)”, comentó el entrenador Gustavo Ortega, quien resaltó la tenacidad con la que ella y su familia hacen esfuerzos por fortalecer la carrera de ambas a través de diferentes medios.
Tocar puertas es algo imprescindible, recordó en torno a la labor que desempeña la señora Patricia Naranjo (su madre) sobretodo cuando la carrera de un taekwondoín requiere de giras y viajes constantes.
“Sin duda, la clave del éxito es todo el apoyo que tiene de la familia. Se logró el objetivo y estoy seguro que no parará hasta ver a su niña en los Juegos Olímpicos”, remarcó.
