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LA MEDALLA DE CAMBIÓ A UNA COMUNIDAD

Las subcampeonas nacionales de 2006. Baja California ganó la medalla de plata en la Olimpiada Nacional de Remo en Cuemanco, Distrito Federal.

A siete años de la primera hazaña en Cuemanco

SAN FELIPE, Baja California.— En mayo de 2006, un grupo de practicantes de la disciplina de remo originarias de este puerto ganó la primera medalla para el programa estatal de talentos de Olimpiada Nacional.

La legendaria pista olímpica de remo y canotaje “Virgilio Uribe”, ubicada en el canal de Cuemanco, en la capital mexicana reunió a embarcaciones de todo el país en un certamen donde entidades como Jalisco, Nuevo León, el Distrito Federal o el Instituto Politécnico Nacional, entre otros, figuraban como grandes protagonistas.

Sin embargo, cuatro jóvenes atletas de la rama femenil, originarias de San Felipe, se metieron a la pelea en la final de los 1,500 metros de cuatro remos cortos en la categoría Juvenil “A”, para alcanzar por primera vez el podio.

El primer lugar fue para el Estado de México que cerró con una marca de 5 minutos, 58 segundos y 94 centésimas, mientras que las bajacalifornianas Ana Alejandra Castro, Melina Lizárraga, Neiba Vargas Camacho y Génesis Alexandra Garcia Quezada llegarían en el segundo puesto con 6 minutos, 05 segundos y 69 centésimas.

Esta medalla de plata fue la primera en la historia de este deporte dentro de la olimpiada nacional, mientras que el bronce había quedado en poder del politécnico al cronometrar 6.07:16.

Los entrenadores de origen cubano José Loyola y Rolando Manzano tuvieron a su cargo a esta flota de “pioneras” que no rebasaban los 16 años y vivían su primera experiencia en un escenario por el que habían desfilado los mejores del mundo en los Juegos Olímpicos de México 1968.

«Teníamos muy poco entrenando, hubo muchachas que llegaron después», recordó en aquel entonces el instructor que llegó de La Habana para quedarse en México y construir poco a poco un programa que al año siguiente obtendría sus primeros campeonatos nacionales.

«Empezaron en diciembre de 2005, con el proceso, practicando este deporte, sólo una de ellas practicaba el basquet, pero nadie tenía experiencia en el remo».

Este episodio marcó el primer paso en la evolución del deporte del remo, que encontró refugio en San Felipe.

Siete años después,  la comunidad sanfelipense vibra haciendo suyo un deporte que inclusive paraliza por completo al puerto cuando se llevan a cabo regatas, tal y como sucedió en 2009.

Así, las familias sanfelipenses se sumaron a la Campaña Promocional “Yo soy Baja” rumbo a la Olimpiada Nacional 2013.

El grito de batalla se dio ahora en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de Remo, donde se reunieron los padres de familia tanto de esta disciplina como de boxeo.

El optimismo, buena vibra y deseos del equipo que día a día se constituye con los recorridos del staff tanto del comité organizador como de los Padres de familia, se dejó sentir en las costas del Mar de Cortez, que de nueva cuenta recibirá el deporte que lo ha posicionado tanto en el mapa nacional como internacional.

“Estamos contentos al saber que la olimpiada nacional regresa a este lugar, la verdad, para muchos de nosotros es especial, por que nos recuerda cómo hace algunos años ganamos varias medallas en casa”, mencionó Ezau López Puerta, quien también fue de los atletas que dejaron huella al paso de los años.

El “cuate” López, quien junto a su hermano Luis José fuera uno de los seleccionados estatales multimedallistas del equipo de 2009, ahora se prepara pero en el terreno académico como estudiante universitario, agradecido por las satisfacciones que le dejó el remo al que ahora apoyará junto con las nuevas generaciones.

Padres de familia y atletas dieron su testimonio en este puerto, que del primero al seis de mayo recibirá a los tripulantes de toda la República Mexicana, en la pista del Golfo de California.

El “ensayo” preparatorio de la campaña promocional, para la que inclusive los restauranteros y comerciantes de este puerto dijeron sentirse listos. De hecho, la celebración de la cuenta regresiva se vive en medio del receso de la semana mayor con el arribo de turistas nacionales y extranjeros.

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