Por Jorge Gómez
Netflix nos recuerda a Castillo
El exdirector de la Conade involucrado
El deporte no es un juego
La serie Historia de un crimen, la búsqueda, producida por Netflix, trajo de nuevo a la opinión pública los sucesos de la muerte de una niña en la ciudad de Huixquilucan, Estado de México, pegada a la Ciudad de México, en una de las zonas más exclusivas del país en el 2010.
Uno de los personajes más tenebrosos de la serie, es el abogado Alfredo Castillo Cervantes, quien en el 2010 era el subprocurador de Justicia del Estado de México y uno de los investigadores para resolver el caso que conmocionó a medio país, designado por su jefe, el procurador de Justicia, Alberto Bazbas.
El 16 de abril del 2015 fue nombrado por el entonces presidente, Enrique Peña Nieto, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), cargo que desempeñó hasta el 30 de noviembre del 2018, pasando sin pena ni gloria.
Lo han hecho unos y otros presidentes de la República, los últimos que colocaron a personajes que no tenían la experiencia y estudios en la administración deportiva, el expresidente, Felipe Calderón, quien puso a Carlos Hermosillo, el famoso futbolista en la Conade; Enrique Peña Nieto al designar a Castillo Cervantes o en el último caso, el actual mandatario, Manuel López Obrador al colocar a Ana Guevara, la excorredora de velocidad, que ha resultado un fracaso en apenas un año y cinco meses de gestión.
Guevara ya está en problemas y deberá aclarar una demanda que le realizó una empresa procesadora de alimentos, quien la acusa de primero, no pagarles el servicio prestado y segundo, pedir un “moche” a través de amigos de Ana.
La revista Proceso ha denunciado el uso de recursos públicos para pagar sueldos a amigos, novias y familiares de funcionarios con la complacencia o complicidad de Guevara.
Pero volviendo a Castillo Cervantes, se le recordará por su sonoro fracaso al tratar de presionar a varios presidentes de Federaciones nacionales deportivas para dejar sus cargos.
En el cierre de la serie, aparece la fotografía de Castillo Cervantes y un breve texto, señala que durante su gestión se detectaron desvíos por 262 millones de pesos a empresas fantasmas.
Tristemente la historia sí se repite. Directores de la Conade ineptos, corruptos, inexpertos, policías o exdeportistas de élite, se refleja en la salud de millones de mexicanos, -ahora más que nunca- para que entiendan los políticos que el deporte no es un juego.
