LA MARCHA MEXICANA EN JUEGOS OLÍMPICOS.
El atletismo mexicano le ha dado 10 medallas Olímpicas a nuestro país, de estas, 9 han sido en marcha o caminata, la otra medalla fue la plata de Ana Gabriela Guevara en Atenas.
La marcha fue incluida en los IV Juegos Olímpicos en Londres 1908 en la rama varonil, en 1992 en Barcelona se incluyo la rama femenil. En México la historia se empezó a escribir en 1966 cuando el General José de Jesús Clark Flores trajo entrenadores de Polonia para que ayudaran a desarrollar las habilidades de los deportistas nacionales rumbo a los Juegos Olímpicos de 1968.
Hausleber: “Fue el General José de Jesús Clark Flores que era Presidente del Comité Olímpico Mexicano y amigo del Presidente del Comité Olímpico de Polonia quien pidió entrenadores. Estuvimos 8 entrenadores, tres de atletismo, uno de voleibol femenil, uno de esgrima, dos de boxeo que ganaron 3 medallas en los Juegos Olímpicos y uno de gimnasia. Para mi esta invitación era grata. Yo había estado como entrenador Nacional de caminata en Polonia y ser entrenador de cualquier deporte Olímpico en un país sede es un honor, para nosotros, en Europa, México era un país exótico que conocíamos a través de los libros.”
La decisión de dejar a su familia en 1966 fue muy difícil y vino a México a hacerse cargo de un deporte sin historia, dentro de sus primeros pupilos se encontraba el ´´Sargento´´ José Pedraza Zúñiga de el rancho La Mojonera en Michoacán, un fanático del basketbol y carreras de semifondo, compitió en 5000 y 10000 metros en los selectivos para Tokio 1964 pero fue eliminado, otra seria la historia en 1968, con solo 2 años de práctica y una gira a Europa en 1967.
Pedraza el 14 de octubre de 1968 dio a México la medalla más emotiva de los Juegos iniciando ese día una historia llena de triunfos para el deporte mexicano bajo la batuta del maestro Hausleber.
Del libro de medallistas olímpicos mexicanos.
EL MOMENTO DE LA VERDAD
Y llego el día olímpico: 14 de octubre 1968. El momento de la verdad.
Esa tarde, el estadio México 68 de Ciudad universitaria lucia pletórico. Copeteadas sus tribunas. El relato es del sargento Pedraza.
“Hausleber y yo estábamos seguros de que ganaría una medalla porque ya había vencido a los mejores incluido Golubinchy famoso por ganar el bronce en Tokio y poseer las mejores marcas mundiales.
A los 12 kilómetros marchaba en el decimosegundo lugar, pero no me encontraba a mi mismo; parecía que no sabía caminar. Un grito de Hausleber me hizo reaccionar. Entonces apreté y paulatinamente empecé a mejorar hasta que en el kilómetro 16, pase al tercer lugar detrás de los soviéticos. En esos momentos me sentí feliz: ya tengo una medalla….pero voy por mas.”
La llegada de los soviéticos a la pista causo estupor. La de Pedraza un alarido. La prueba se redujo, ya, a esos 300 metros finales. Vamos mi sargento!..Échale Pedraza!…..es por México!
México! México! México!
El paso firme del militar era como un presagio de que aquella medalla no sería solo de bronce. Pedraza ataco con rabia. Hay quienes dicen que violó los reglamentos de la caminata en esa violenta acometida final. Lo cierto es que, centímetro a centímetro, Pedraza iba reduciendo la ventaja de los soviéticos. Es la primera curva Smaga cede ante el brutal acoso. Es rebasado por Pedraza y el mexicano tras Golubnichy.
Pedraza “Cuando pase a Smaga me dije: sí puedo, sí puedo y concentre mi atención en Golubnichy. Sentí que lo alcanzaba. Pude escuchar su muy agitada respiración. Pero en los últimos 50 metros el dio el resto y ya no pude alcanzarlo…..quede a paso y medio de él, con una rabia infinita por no haber sido capaz de ganar.” Bajo la luz de plata de los potentes reflectores del estadio de CU se produjo el gesto que mezclaba el coraje con la insatisfacción. De aquel hombre de pelo corto y rostro atezado, de músculos endurecidos y bañado en sudor, broto una expresión muy mexicana que cualquiera podía adivinar con certeza “Chin….a madre”. Pedraza agradecía la ovación frenética.
Hausleber recuerda: “aquella noche Pedraza me colgó la medalla al cuello, me abrazo y me dijo: ganamos! Nos dimos un abrazo, ahí cerca de la pista, a un lado de la fosa del estadio.”
Pedraza: “les diría a las nuevas generaciones, que si optan por la práctica del deporte, lo hagan al máximo, gozándolo y que cuando representen al país lo hagan con empeño, con honor. Entonces sabrán que no hay nada comparable con ver izada nuestra bandera en el mástil más alto.”
Después llegarían Daniel Bautista, Ernesto Canto, Raúl González, Carlos Mercenario, Bernardo Segura, Noé Hernández y Joel Sánchez entre otros dándole a México 9 medallas Olímpicas y más de 120 medallas en eventos internacionales.
Nuestras cartas fuertes en Londres serán Eder Sánchez en 20 kilómetros, 15avo. lugar en Beijing 2008 y bronce en el campeonato Mundial de atletismo en Berlín 2009, y el chihuahuense Horacio Nava en 50 kilómetros, 6to. Lugar en Beijing 2008 y campeón de Juegos Panamericanos en Guadalajara 2011, la última vez que la marcha mexicana se subió al podium en Juegos Olímpicos fue en Sydney donde aportaron plata de Noé Hernández en 20 Km y bronce de Joel Sánchez en 50 km, en esta ocasión ni Eder ni Horacio están dentro de los primeros 10 del ranking mundial.
