El triunfo de René Santacruz y Rogelio Ruiz en la segunda carrera fuera de camino de la serie Corredores del Desierto (Code), también fue de Isaac Santacruz.
En la lista de pilotos inscritos previo a la carrera nocturna del sábado pasado, aparecían los nombres de René Santacruz, Isaac Santacruz y Rogelio Ruiz para competir en la categoría 1-2/1600 de carros.
Sin embargo, Isaac nunca tomó la salida en el vaso de la Laguna Salada, sólo apareció su padre, René Santacruz y su compañero Rogelio Ruiz, los dos con un sentimiento especial y llenos de recuerdos.
René decidió inscribir a su hijo de 20 años quien falleció en febrero pasado en un accidente automovilístico en la ciudad de El Centro, California.
Los organizadores entregaron el brazalete de Isaac a su padre y lo llevó junto a él durante las dos vueltas que le tocó recorrer al circuito de la VW Autopartes Escomex Night Race.
¨Eso me motivo a dar el máximo, me dolía el cuerpo y pensaba en él y me dio más fuerza¨, comentó René, un experimentado piloto, que ganó el primer lugar general en carros junto a Rogelio Ruiz quien piloteó durante tres vueltas y fue copiloto de René.
¨Fue un regalo para mi hijo, ya había corrido dos años conmigo en el primer año ganamos el campeonato en 1600 ibamos a correr en este año¨, explicó, momentos después de recibir el trofeo de campeón de manos de Joaquín Rodríguez de Code.
Rogelio Ruiz pieza clave en el triunfo como preparador del carro y piloto, aceptó que fue una prueba diferente.
¨Corrimos varias en el 2011, está fue muy especial, acabo de correr la 250 –de Score-, pero está fue muy especial por correr en este carro¨, menciona Rogelio.
Los ahora campeones que gozaron la victoria pero más el largo aplauso en memoria de Isaac durante la ceremonia de premiación, estuvieron a punto de no participar por falta de patrocinio.
¨Nos la vimos difícil para conseguir el dinero, habíamos decidido no correr y nos apoyaron Pro Tire y Ticket City, una compañía del Distrito Federal¨, explicó Rogelio.
POLVO Y VIENTO
René Santacruz y Rogelio Ruiz, coincidieron que la ruta fue difícil debido al polvo y el fuerte viento en la competencia nocturna.
¨Fue difícil mucho polvo, fue muy duro, ahora hay que salir adelante qué le vamos a hacer, la vida continúa¨, dice resignado René.
¨Yo manejé dos vueltas, Rogelio Ruiz dio tres vueltas, -apunta René-, Fiscal fue la competencia y Martínez, estuvo duro pero pudimos hacer lo nuestro, el carro jaló muy bien, sólo se nos cayó una barra de luz teníamos poquita luz, pero no nos paramos¨.
Por su parte, Rogelio de 42 años mencionó que la visibilidad fue un obstáculo.
¨Perjudica mucho la visión el polvo, el carro estuvo bien ajustado, todo resultó muy bien, en la tercer vuelta se nos cayó la lámpara principal del carro y las dos últimas vueltas y media corrimos con una lámpara chica de 300 watts pero son muy buena marca, se vio bien, ninguna ponchada¨.
Rogelio quien correrá en la Baja 500 y Baja 1000 con otro equipo dijo: ¨en cada vuelta se pone más dificultosa, salen las piedras y se maneja con más precaución¨.