A LA OPINION PUBLICA
A LOS PROFESIONISTAS DE LA CULTURA FISICA Y EL DEPORTE
“No me vengan con que la ley es la ley”
- Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
“Con tanto ardor deben los ciudadanos pelear por la defensa de las leyes, como por la de sus murallas, no siendo menos necesarias aquéllas que éstas para la conservación de una ciudad”
Podría haber escrito sobre la labor del señor Erik Morales Elvira en su pasó por la función pública. Pude haber escrito por ejemplo sobre las múltiples licencias para ausentarse como director de deportes en Tijuana y continuar boxeando, de ello hay evidencias como https://archivo.eluniversal.com.mx/notas/619463.html , o de las observaciones que no pudieron ser subsanadas en la cuenta pública del instituto en el periodo que el señor ejerció. Pude haber escrito sobre su paso en la legislatura, marcada por las constantes inasistencias, tal y como lo publicó Forbes en tu artículo “153 diputados aspiran a la reelección, pero son los menos productivos” cuyo enlace aquí se acompaña https://www.forbes.com.mx/politica-153-diputados-reeleccion-menos-productivos/ , pero el señor Morales es el menos culpable de su ilegal y ficticio nombramiento.
La responsabilidad recae en la gobernadora, quien prefirió darle vueltas a la ley, omitir unas e infringir otras.
El señor Morales no cuenta con un título profesional o cédula profesional en cualquiera de las áreas que comprenden el estudio de la cultura física y el deporte y ese es el simple y sencillo motivo por el que no puede ser director general, porque al frente del INDE debe haber un director general y la figura de encargado de despacho no aparece por ninguna parte.
El señor Morales está imposibilitado para dirigir el deporte del estado y como la ley ha sido cambiada una y otra y otra vez, a los diputados les dio “penita” darle reversa a su discurso, imagínense, un día pongo, otro día quito y al día siguiente vuelvo a poner.
Por eso inventaron eso de encargado de despacho, pero les faltó leer, pues en el caso de ausencias, el reglamento es muy claro sobre cuando estas son menores o mayores a 15 días. La violación a la ley está y habremos quienes lucharemos para probar ello.
Lo triste es el incumplimiento de la ley. Lo triste es el silencio absoluto de las autoridades universitarias que ante una situación que afecta legítimamente el avance de la profesionalización, prefieren ser políticamente correctos y seguir la dinámica que ha permeado de mantenerse en sus cuatro paredes.
Lo triste es ver en Ensenada a profesionistas con posgrado, acompañar a quien con su nombramiento denuesta la profesionalización.
Lo triste es ver una “prensa” que cuestiona la extinción de fideicomisos, solo para no replicar cuando la respuesta dada por el funcionario afirmando que fue partícipe de tal extinción.
Lo triste es ver columnistas que defienden “las ganas de trabajar”, por encima de la legalidad, a la par que se toman selfies con el funcionario.
Lo triste es ver que un vuelo para asistir a la FEMECRODE o a AIPS, enmudezca el cuestionamiento al poder público, razón que en parte da origen al periodismo.
No se preguntó cuál es el fundamento con el que se designó a un encargado de despacho.
No se preguntó en dónde están los responsables de la “tantísima corrupción” que había en el FODEPAR, que valió el voto extintor del hoy representante del INDE.
No se preguntó cuánto tiempo puede estar como “encargado de despacho”.
No se preguntó cómo le hace uno para cambiar un título universitario por otro cuando el primero “no me sirve”.
Qué institución será la emisora del título. ¿Cuenta con REVOE? ¿En dónde hizo su servicio social, su servicio profesional?
Hoy el Colegio de Profesionistas que dirige Iván Ramos, tiene el mayor reto en su corta etapa de existencia, desistir y haber hecho solo “llamados a misa” o ser un férreo defensor de la profesión, como lo hacen otros colegios, como lo debería hacer cualquier colegio.
Por último hago un llamado a mis colegas profesionistas. Les pregunto si no les gustaría que para ejercer nuestra profesión se nos pidiera copia del título, de la cédula, que se constate que invertimos más de 1,200 horas en el estudio, en la práctica y en la teoría, en el laboratorio, en la cancha o en la biblioteca.
Es momento de defender nuestra profesión, de levantar a cara, de hacer valer nuestra profesión, de hacerle ver a la sociedad que tenemos el mismo mérito que un médico, un abogado o cualquier otro profesionista, que nuestro trabajo es especializado o entonces qué caso tuvo haber invertido tiempo y esfuerzo para ostentar un título.
No le brindemos un mensaje erróneo a quienes hoy siguen nuestros pasos, a quienes en un futuro serán profesionistas o entonces olvidemos todo esto y digámosles que no pierdan su tiempo, total la ley puede ser violada o burlada y que la cédula y el título por el que tanto se esfuerzan, no tienen ningún valor.
L.A.F.D. Fernando Ribeiro
CED. PROFESIONAL 6098663
