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Guillermo Valero

COTORREANDO EL DEPORTE

¿DESPUÉS DE LA FAMA QUE?


Que tal amigos, por convicción, por obligación, por herencia y muchas veces por hambre, son las razones por las que una persona elije dedicarse a una dura profesión llamada boxeo.

Si me preguntan mi opinión acerca de esta profesión solamente puedo resumir dicho criterio en 2 palabras ADMIRACIÓN Y RESPETO, tengo toda la vida dentro del boxeo.

Subirse a un cuadrilátero a intercambiar golpes es muy complicado, pero es mas complicado llevar una vida abajo del mismo dedicándose a esta disciplina.

Una vida llena de sacrificios, de prohibiciones, todo con el propósito de llegar a ser el mejor del mundo.Y después, después, que?

Cuando se alcanza el propósito obtenido, cuando se es el mejor del mundo, cuando se alcanza la fama, la riqueza y el poder, que sigue después?

Un boxeador se prepara para enfrentar y derrotar a rivales con distintas características, pero esta preparado un pugilista para vencer a los rivales debajo del ring?

Hasta donde son sinceras las miles de amistades que rodean al peleador?
Que tan real es el afecto de un promotor o un apoderado hacia esta figura publica?

Como lo comente en un principio ADMIRACIÓN Y RESPETO es el sentimiento que me arroja pensar en estos deportistas, no por como se brindan arriba del cuadrilátero, si no por como sobreviven en un mundo de canibalismo debajo de el.

En el tiempo que llevo enamorado de este deporte, he mirado casos dignos de un guion de Hollywood, hombres que han estado en la idolatría del pueblo, del país y del mundo y han terminado en centros de rehabilitación, hospitales, casas de asistencia o el mismo cementerio.

Vuelvo a preguntar ¿donde están los miles de amigos?, ¿Dónde esta el brazo fraternal del apoderado?

Llegar a la cima para algunos boxeadores puede resultar sencillo hay miles de manos impulsándolos, lo difícil es controlar los mareos para no caerse, y una vez que se pierde el equilibrio desde tan alto, el golpe puede resultar fatal, ya que de aquellas miles de manos, quedan muy pocas para sostener o levantar al “campeón”.

Al principio de esta columna comente que esto seria única y exclusivamente mi punto de vista, si bien es cierto, nunca he formado parte de esta disciplina deportivamente hablando, sin embargo, en mi ADN llevo sangre pugilista y desde pequeño me fui dando cuenta de cosas que no se ven en la televisión o se leen en los diarios.Y créanme las cosas no han cambiado mucho, ni cambiaran.

Y después de la fama que sigue?
Una respuesta clara no la tengo, pero estoy seguro que a nombre de todo el que se considere fanático al boxeo de verdad solo resta decir GRACIAS!!, gracias a Raúl «chango» Soriano por haber sido el primer cachanilla en obtener un cetro nacional, al Tury Pineda por haber ido hasta Japón a poner en alto el nombre de Mexicali y mostrar su valentía, a Jorge Páez por poner a Mexicali en el ojo del mundo, gracias Juan Meza y Javier Márquez por regalarnos batallas épicas y respetar al aficionado demostrándose ese odio deportivo, gracias Gilberto Román por su clase arriba del ring, gracias !! José Luis Castillo por habernos hecho soñar despiertos tanto tiempo, eres el único que le ha puesto las manos encima intocable Mayweather.

No se que siga después de la fama, lo que si estoy seguro es lo que sigue después de la vida para ellos, BIENVENIDOS A LA INMORTALIDAD CAMPEONES!!, hasta la próxima….

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