El entrenador asistente de Soles de Mexicali, Pablo García Fernández, reconoció que no conocía el basquetbol mexicano hasta su llegada al club local.
Durante una videoconferencia desde la ciudad de Málaga, España, en donde reside, explicó que la cercanía con Estados Unidos ayuda a elevar el nivel.
“No conocía nada, en España somos muy estúpidos, cuando no sales de España, te crees que el baloncesto de aquí es lo único que hay y cuando sales te das cuenta, el nivel de México es muy bueno, he podido salir y he visto la competición de México es muy buena, la proximidad con Estados Unidos ayuda que el nivel de la Liga sea muy bueno, pero también hay muy buenos mexicanos, en España no se lo creerían”.
García, de 30 años, dijo que tenía algunas dudas al llegar a nuestro país, acostumbrado a escuchar noticias de narcotráfico y muertes en las noticias de España.
“Pero a las semanas te das cuenta que es tranquilo, nada que ver con lo que se promociona aquí, la idiosincrasia del cachanilla hay que conocerla, puede venir el mejor entrenador del mundo si no conoce cómo son los cachanillas no triunfan.
La gente es excelente, gente super calurosa, es increíble que termine un partido y sabe tu nombre y apellido, te saluda, en el Unicaja en Málaga, tu vas a ver un partido y el 95% del público no conoce el nombre del asistente”.
Del incidente con el auxiliar Ronald Guillén durante la fase semifinal de la temporada pasada, mencionó que éste quedó en la duela.
“Me apretó la mano -Nicolás Casalánguida-, me la tiró, trató de meterme en ese juego argentino, ese juego marrullero, a mi esos follones me motivan, me divierten, me encantan, yo me llevo con él dentro de la pista, se pueden dar situaciones, pero no se pueden dar situaciones fuera de la cancha, hay que respetar tu profesión, a mi no se me ocurría hacer algo fuera de la cancha”.
Un factor importante para llegar a Soles fue sin duda que Ramón García, el director de la cantera del equipo Unicaja, lo recomendó a Ángel Cañete, segundo entrenador de la selección de España, quien asimismo lo recomendó a Iván Déniz.
Otro punto curioso fue que entrenó al hijo del entrenador asistente de los Raptors de Toronto, Sergio Cariolo, a quien está agradecido por su recomendación.
En cuarentena y hospital
Debido a una fiebre que lo afectó durante varios días, visitó la sala de urgencia de un hospital en su ciudad.
“Yo tuve una cuarentena diferente, porque hace más de un mes me entró fiebre y el protocolo es que te tienes que encerrar en tu cuarto, estuve 7 días con fiebre, al siguiente día fui a urgencias, entré a la sala de urgencias del covid en una habitación de 100 metros cuadrados con 50 enfermos, todo mundo tosiendo a medio metro y tu sin saber si tienes o no tienes, estuve 4 horas en urgencias no me hicieron test, me hicieron una placa y salió perfecta y me mandaron a casa, luego estuve con miles de medicamentos, me dio la fiebre Q, es de origen animal, en plena pandemia, pero ya en casa tranquilo desde hace dos días”.