Otro gran honor a Dusty Baker
Por Jesús Alberto Rubio.
Nuestro amigo Dusty Baker –Hey, Dusty!–, fue nombrado por MLB como el Mánager del Año “Chuck Tanner”, por lo que desde aquí van las felicitaciones para el estratega de los Nats.
En su primer año con los Nacionales, Baker condujo a Washington a récord de 95-67 y al título del Este de la Liga Nacional. Además, fue elegido por la Asociación de Escritores de Béisbol como finalista para el premio a Manager del Año del Viejo Circuito.
Excelente por mi Dusty, a quien le empezamos a admirar desde que jugaba con Bravos de Atlanta, especialmente a partir de 1972 cuando ya se estableció como estelar jardinero luego de debutar en 1968.
Luego tendría grandes años del 78 al 83 con Dodgers, para después jugar con San Francisco (un año) y dos más con Oakland donde se retiró en 1986.
Un caballero del béisbol, también.
Quizá usted recuerda que Baker fue parte de un juego histórico en la LMP:
Ocurrió el 5 de Enero de 1971 cuando Vicente Romo de Obregón, lanzó juego perfecto al vencer 12-0 a los Ostioneros.
Bueno, el jardinero central de los Yaquis era John “Dusty” Baker.
Los Yaquis de Ciudad Obregón alinearon en ese partido a Leon Brown (LF), Dusty Baker (CF), El Pequeño Halcón” John Lowestein (SS), Harold Breeden (1B), Luis Lagunas (3B), Francisco García (RF), Francisco “El Chino” Márquez (C), Carlos Casas (2B) y el lanzador Vicente “Huevo” Romo quien también bateaba, ya que aún no existía el bateador designado.
Por los Ostioneros de Guaymas saltaron al terreno Ramón “El Abulón” Hernández (SS), “Tawa” Lizárraga (RF), Jim Driscoll (2B), Gregg Sims (CF), Francisco “Cisco” Campos (LF), Jesús Bustamante (1B), Domingo Rivera (3B), Vicente Peralta (C) y el pitcher zurdo José Soto.
Días después, fue parte de otro capítulo también histórico:
El 12 de enero, los Yaquis de Ciudad Obregón impusieron record de bases robadas con nueve a lo largo de 9 las entradas: Leon Brown (2), John Lowenstein (2), Hal Breeden (2) y una cada uno John “Dusty” Baker, Paquín Estrada y Carlos Casas.
Por supuesto, las nuevas generaciones lo recuerdan muy bien cuando jugó al lado de Fernando Valenzuela, en especial aquel 1981 cuando derrotaron en seis partidos a los NYY en la Serie Mundial.
Dodgers tenía de mánager a Tom Lasorda, quien alineaba a Dave Lopes, 2B; Bill Russell, SS; Dusty Baker, LF; Steve Garvey, 1B; Ron Cey, 3B, Pedro Guerrero, CF; Rick Monday, RF; Steve Yeager, C. En algunos partidos, Guerrero pasaba al RF y Ken Landreaux al CF.
Otros integrantes: Jay Johnstone, Derrell Thomas, Mike Scioscia, Reggie Smith, Pepe Frías, Mike Marshall, Candido Maldonado, Joe Fergunson y Jerry Grote.
La rotación –en esa serie otoñal– la conformaban Fernando Valenzuela, (1-0,2.48), Jerry Reuss (1-1, 2.50), Burt Hooton (1-1, 2.50) y Bob Welch (0-0). Los relevistas Steve Howe, JG 1, JS 1, 2.50), Dave Goltz, Bobby Castillo, Dave Stewart, Rick Sutcliffe, Tom Niedenfuer, Alejandro Peña y Ted Power.
¡Qué época, amigos!
Naranjeros a la vista
Para este lunes la directiva del Club Naranjeros extendió invitación a una rueda de prensa donde adelanta que dará a conocer una gran noticia.
La reunión informativa será a partir de las 12:00 horas en las instalaciones de Naranjeros Radio (Anteriormente Recinto Histórico de los Naranjeros) en el Estadio Héctor Espino.
¿Qué será….?
Las torres del FMO
Buenísima pregunta nos hizo el maestro Víctor Manuel Gámez Blanco (Cobach), en relación a si las lámparas del estadio de softbol que está atrás del estadio Héctor Espino son las que estaban en el “Fernando M. Ortiz” (FMO).
Cierto es que quise constatarlo, pero me fue imposible e incluso le dije que me parecía que aquellas torres del alumbrado se habían trasladado a otro parque de la entidad, pero sin saber cuál. ¿Lo sabe usted?
Recordemos que el FMO fue demolido en 1972, luego entonces ¿a dónde fueron a parar?
Retomaré aquella historia de las lámparas, verá:
Curiosamente, el 9 de octubre de 1969 al FMO se le instaló nuevo alumbrado ya que las viejas candilejas que tenía eran ya muy anticuadas pues se habían utilizado durante 16 años, por lo que en ese año se convirtió quizá en el parque mejor iluminado de la república.
Incluso, en 1970 fue objeto de una remodelación más, ampliándose las tribunas, lo cual permitió dar cabida a unos 10,000 aficionados;
Sin embargo, con todo y los esfuerzos realizados para mejorarlo, un día, tan noble e histórico parque, “se fue a mejor vida”.
Nuevos proyectos programados por el entonces Gobernador Faustino Félix Serna en el año de 1972, fueron argumentos suficientes para demoler aquel inmueble que acumulaba más de 60 años de vida.
La tarde noche del día martes 12 de enero de 1972, Hermosillo ganó dos juegos a Obregón con pizarras de 3 a 2 y 4 a 3, las que fueron insuficientes para permitir entrar a la postemporada al Club Naranjero que corrió sin suerte en esa edición de la Liga Sonora-Sinaloa; con ese par de juegos se apagaban sus luces para siempre.
Días después, “la picota”, a medianoche y de madrugada, derribó para siempre tan noble e histórico inmueble.
Olvidaron su historia
No importó todo ese riquísimo legado-historial descrito y los banderines conseguidos en la Liga de Sonora (el 44 con “Francisco “El Viejo” López); la Costa del Pacífico (1946-1947 y 56-57), además de 1960-61 y 1961-62 de la Invernal de Sonora con Virgilio Arteaga de Mánager y el último visto en ese parque (70-71 con Maury Wills de timón) ante Los Mochis con el tablazo espectacular de Bob Darwin (2) que le dio a los Naranjeros el boleto a la primer Serie del Caribe representando a México.
Cuánto legado de los Thomas Gilroy, “Ciclón”, “Cochihuila”, Gene Bearden, Art Lilly, Luke Easter, Ramón “Cochi” Preciado, Bob Lemon, Joe Brovia, Earl Averill, Hubert “Chutabaco” Kittle, Claudio Solano, Bob Bowman, Angel Castro, Virgilio, Espino, Miñoso, Blas, Eradio, Suby, Sotelo, Leo, Bache, Manzo, Horacio Solano, “El Avestruz” y “El Diablo”, Fitch, Acosta, Tim Johnson, Alan Foster, Wills, “Cananea”, Roberto Méndez, “El Tambo” Villarreal, “Kalimán”, Alfredo Ortiz, Saúl Montoya, Pancho Barrios, quien ahí debutó; Manuel Lugo, Ángel Macías, Celerino, Max, Pilo, Gilje…
Aquel estadio pasó a la historia como una joya y monumento/patrimonio del béisbol, testigo de un riquísimo historial, con grandes jugadores, equipos, hazañas y registros desde los tiempos de la Liga de Sonora, la Costa del Pacífico, Invernal de Sonora, Sonora-Sinaloa y Mexicana del Pacífico.
ING. SORTILLÓN VALENZUELA:
Afirma el ingeniero Manuel de Jesús Sortillón Valenzuela, “aún el pueblo se pregunta por qué se permitió tan salvaje golpe a la historia deportiva de nuestro Estado. Los edificios, aún con su fría mole de cemento, ladrillos y metal, guardan celosamente en sus entrañas el sonido mágico del hombre, el que tarde o temprano regresa para recoger pedazos de su pasado que se niega a olvidar; por eso la Casa del Pueblo… el Estadio Fernando M. Ortiz… o “la Casa que Héctor Espino construyó”… debió haber permanecido ahí como un monumento al esfuerzo de quienes dieron a Hermosillo la oportunidad de gozar a plenitud al Rey de los Deportes”.