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Jesús Alberto Rubio

AL BAT

Recordarán a Espino

 

Por Jesús Alberto Rubio.

 

Este lunes, a partir de las 8:30 horas, el Club Naranjeros de Hermosillo recordará el XVIII aniversario de fallecimiento de Héctor Espino.

 

La ceremonia se llevará a cabo en la explanada del estadio “Héctor Espino y no ante la estatua que se trasladó hacia la calzada que lleva su nombre, allá en el paraje solitario camino mal ES.

 

Curioso.

 

En igual forma, también, iniciarán los entrenamientos del equipo Naranja ante el advenimiento de la temporada 2015-2016.

 

Le adelanto que no podrá asistir al homenaje póstumo a Espino ya que en nuestra  máxima casa de estudios, a partir de las 8:00 horas, tendremos el primer lunes de las ceremonias cívicas del Mes de Septiembre y pues primero es lo primero.

 

“Primero es la Patria”, expresó Vicente Guerrero, el segundo presidente de México (1 de abril al 17 de diciembre de 1829) después de la gestión de Guadalupe Victoria (10 de octubre de 1824 al 01 de abril de 1829).

 

Digo, ¿no?

 

Estrada: doceavo triunfo.

 

Con tan poderosa ofensiva de Ble Jays, hasta yo me animo a firmar como pitcher con el equipo canadiense. Total, de niño en Tijuana, cuando no jugaba de cátcher, me subía a la loma combinando ese rol con Miguel Cabrera Ávila con aquellos campeones Rayos de la Colonia Independencia dirigidos por el profesor Sergio Urcadiz.

 

A ver: Troy Tulowitzki (17), José Bautista (33) y Kevin Pillar (10) conectaron jonrones y Toronto venció a Baltimore 10-4, con triunfo para  Marco Estrada (12-8), quien tiró tan sólo los cinco innings reglamentarios para tranquilamente llevarse el veredicto aceptando dos hits, igual número de carreras, además de abanicar a cuatro e igual cifra de bases.

 

Los Azulejos, que lideran la división Este de la Liga Americana (1.5 sobre los NYY), llegaron a 714 remolcadas y 189 jonrones en el año, líderes en ambas especialidades en la Gran Carpa.

 

En cambio, los Orioles siguen en mala racha y han caído en catorce partidos de sus últimos 16.

 

En el juego, Edwin Encarnación alcanzó las 36 bases en juegos seguidos; la marca de la franquicia pertenece a  Carlos Delgado, con 38 en 1998.

 

 Cal Ripken Jr.

 

Ayer se recordó el día 6 de 1995 cuando el oriol de Baltimore Cal Ripken Jr. llegó a 2,131 partidos jugando seguido, superando la marca de Lou Gehrig que tenía 56 años de vigencia.

 

Recordaremos que, de manera voluntaria, Ripken decidió acabar con la racha en 2,632 en 1998.

 

David Ortiz:

 

Big Papi ya llegó a 497 jonrones, acercándose a los 500 y así ubicarse como el No. 27 en la especialidad en MLB.

 

Fue su vuelacerca número 200 en el Fenway Park.

 

Un día antes, llegó a 30 jonrones por noveno año seguido y pasó a Ted Williams en ese registro dentro de la franquicia.

 

Jaime García, OK!

 

En plena recuperación, Jaime García (8-4) lanzó siete episodios en blanco, y Matt Carpenter lo apoyó con jonrón, para que los Cardenales derrotaran 4-1 en esa misma jornada a los Piratas de Pittsburgh.

 

García ponchó a nueve enemigos, su máxima cifra de la campaña, en una labor que incluyó un pasaporte y cuatro imparables para llegar a 50 victorias de por vida.

 

Talentosos abridores

 

Hoy cerraré con la segunda parte del tema Romance… y beisbol:

 

Claro que los buenos abridores no habían desaparecido en esta época de los años 50´s.

 

Entre los mejores, Warren Spahn de los Bravos ganó 20 o más juegos en una decena de campañas, retirándose con 363 victorias de por vida para aún ser el mejor zurdo en esa especialidad.

 

Para honrar a los lanzadores sobresalientes de cada temporada, en 1956 fue instituido el premio anual Cy Young: el primer ganador fue Don Newcombe, el as negro de los Dodgers de Brooklyn.

 

De 1956 y hasta la campaña de 1966, solo se otorgaba un premio por temporada en las Grandes Ligas, pero a partir de ese entonces el mejor lanzador de cada liga recibe un premio Cy Young.

 

“Invasión” de latinos

 

En esa inolvidable década de los 50, ya sin guerra y sin depresión económica, comenzó a darse la invasión de peloteros latinoamericanos a los equipos de Ligas Mayores, siendo los Senadores de Washington y los Bravos de Milwaukee los que desplegaron una gran actividad de búsqueda de valores en nuestros países de habla hispana.

 

Así llegaron en 1950 para unirse a Beto Avila y el cubano Orestes “Minnie” Miñoso, quien desde el 49 ya estaban con Cleveland (Miñoso luego pasó a Medias Blancas donde hizo historia), los también isleños Sandalia Consuegra, Conrado Marrero y Carlos “Patato” Pascual, quienes vistieron la franela de Washington.

 

Beto Avila se iba a convertir en 1954 en el primer pelotero mexicano y representante del béisbol de habla hispana en conquistar una corona de bateo (.341) jugando para los Indios de Cleveland, ganándole la carrera a Ted Williams, a quien le faltaron turnos oficiales al bat.

 

El mismo 50 arribó a Medias Blancas, Alfonso “Chico” Carrasquel, de Venezuela, para convertirse en aquella época en uno de los mejores campo cortos del mejor béisbol del mundo.

 

Otros talentos latinos fueron Willie Miranda, “Sandy” Amorós, Rubén Gómez, Víctor Pellot, Camilo Pascual, Clemente, Luis “Tite” Arroyo, Pedro Ramos, Oswaldo “Ozzie” Virgil, Humberto “Chico” Fernández, Félix Mantilla, Luis Aparicio, Juan “Terín” Pizarro, Orlando “Peluchín” Cepeda (Novato del año en el 58); Tony Taylor, Orlando Peña, José Pagán, Zoilo Versalles, Miguel Cuellar…

 

 

Beto Ávila vs Ted Williams

 

Cuando Beto Ávila ganó aquel gallardete de bateo, ese año había sufrido una fractura en el pulgar derecho en plena temporada; incluso, vio acción con una úlcera los últimos meses por la presión, pero aun así superó al legendario Ted Williams, de los Red Sox.

 

Williams tenía en su haber cuatro de los seis títulos de bateo que logró en su carrera; además, iba a ganar en par de ocasiones la triple corona ofensiva y el mismo número de veces fue nombrado jugador Más Valioso.

 

Además fue el último pelotero en la historia en terminar con porcentaje por arriba de los .400 en una campaña, hazaña que logró en 1941 con .406.

 

El colega Héctor Linares, de Excélsior, nos da detalles:

 

“Para ganar el campeonato de bateo, Williams tenía que batear  de 4-4 y que el veracruzano se fuera en blanco.

 

Indios enfrentaba a Detroit y a Ned Garver, ganador de 20 juegos con Cafés de San Luis en 1951. En su primer turno Ávila bateó para dobleplay. El segundo bat de los Indios apareció en la cuarta entrada y conectó una línea que superó la cerca del jardín izquierdo. Con el batazo rey en el beisbol, coronó su gran temporada. El título era suyo.

 

Ávila llegó a  junio con un porcentaje cercano a los .400.

 

Pero en un partido frente a los Yankees se presentó una jugada desafortunada. En la segunda base buscó completar un dobleplay y fue golpeado por el corredor  Hank Bauer y resultó con fractura del dedo pulgar derecho. Estuvo fuera dos semanas y luego tardó en tomar el ritmo; llegó a perder hasta 70 puntos en su promedio.

 

En septiembre, el mexicano tuvo su mejor momento al sumar 34 hits. Logró una cadena de 12 partidos con por lo menos un imparable.

 

El 6 de septiembre en una doble cartelera conectó cuatro hits y le quitó el liderato de bateo a Irv Noren, de los NYY. Seis días después en otro doble juego frente a los mismos Mulos bateó de 8-5 para ayudar a su equipo a obtener las dos victorias y asegurar el título de la Liga Americana.

 

 

 

Ávila sacaba 11 puntos de ventaja sobre su rival más cercano que era el cubano Orestes Miñoso; Williams llevaba mejor promedio de todos, pero no alcanzaría los 400 turnos oficiales requeridos para ser considerado al título debido a que había pasado por una serie de  lesiones en la temporada y además recibió 136 bases por bolas que no cuentan como turno oficial.

 

Al jugador de los Medias Rojas se le aumentarían las apariciones que le faltaban como si no hubiera pegado hit y serían divididas entre su total de imparables y por eso aún llegó con posibilidades para el último partido.

 

Ted Williams terminó esa campaña con 133 hits en 386 turnos oficiales para un .345 de promedio, pero al aumentarle los 14 turnos que le faltaban su porcentaje sólo alcanzó para .333 inferior a los .341 que logró el mexicano, quien pegó 189 imparables.

 

Si ya había sido campeón en otras ligas como la mexicana y la cubana entonces no veía la razón de no conseguirlo en las Ligas Mayores”, reveló Ávila.

 

Ese año, Cleveland impuso marca de victorias en la Liga Americana (111-43), pero en la Serie Mundial fueron barridos por los Gigantes de NY en cuatro juegos.

 

JUAN EMILIO BATISTA CRUZ:

 

Lo invito a que acceda a vuestro sitio Hermandad del Beisbol. Nuestro excelso colega Juan Emilio Batista nos pone al tanto de cómo andan las acciones en la pelota cubana, en especial los actuales líderes, los Alazanes de Granma:

 

http://beisrubio.blogspot.mx/

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