Desprecio al beisbol latino
Por Jesús Alberto Rubio.
Mientras los Tigres de Detroit acaban de ganarle 8-6 a Oakland para enviar la serie a un quinto y definitivo juego divisional, debo compartir lo planteado por Luis Emilio Batista Cruz y decirle que coincido plenamente con su postura:
“Estimado amigo Jesús. No pretendo convocar una cruzada de apoyo a lo que plantea el hermano venezolano Luis Eloy Ramírez, pero es evidente que cada día que pasa es mayor el desprecio tácito de MLB al béisbol latino, del Caribe, a las ligas invernales que constituyen el gran espectáculo de los aficionados del Rey de los Deportes en nuestros respectivos países.
Pero, además, es una realidad que ya no se puede ocultar que las grandes estrellas latinas del Big Show, sin ser absolutos, claro está porque hay excepciones, denotan apatía para presentarse ante sus compatriotas en los campeonatos de invierno, en los cuales constituyen el máximo de la calidad y la principal atracción.
Recuerdo que en mis años de adolescencia y juventud, cuando defendía a capa y espada a mis alacranes azules de Almendares, como lo hacía mi compatriota Pedro Cruz, que los principales jugadores cubanos en la Gran Carpa, lo daban todo en el terreno por la camiseta de su club en la Liga Invernal, para beneplácito de una entusiasta fanaticada que llenaba el entonces Gran Estadio del Cerro-.
También pude percatarme de que jugadores de Estados Unidos, con resultados en Grandes Ligas en los torneos de Triple y Doble A, igualmente participaban en aquellos campeonatos que, no pocas veces, sirvieron de trampolín a jóvenes peloteros de diferentes países para saltar a las 16 franquicias que había entonces en Las Mayores.
Hoy en día aquellas realidades que vivimos son una utopía. El afán de lucro, de que las ganancias crezcan, se multipliquen, determina que la Comisión que dirige las Grandes Ligas y los dueños de equipo traten, por todos los medios, de “cuidar sus propiedades” y con el eufemismo del “cansancio extremo” impidan o traten de impedir que aquellos hombres que en la práctica les pertenecen, puedan lesionarse o someterse a un “trabajo extremo” y después bajen su rendimiento en el Clásico de Primavera, ese que en definitiva se extiende hasta la estación otoñal.
Estoy plenamente de acuerdo con el colega Luis Eloy Ramírez, las máscaras han caído: Nada le importan a los magnates del béisbol de Estados Unidos, la salud de los torneos de la Confederación del Caribe, la calidad que puedan tener los mismo y mucho menos que los fanáticos se desilusionen y dejen de asistir a los estadios, al no poder ver en acción a sus compatriotas que a base de resultados altamente cualitativos, fueron capaces de imponer su ley en los diamantes del más afamado circuito beisbolero del mundo.
Pero también es preciso apoyar a Luis Eloy en sus reflexiones acerca de la falta de reacción de los estelares peloteros de nuestros países que, a través de su Sindicato, manifiesten su derecho a jugar en sus naciones de origen, a darle prestigio a las ligas autóctonas, en las cuales se formaron la mayoría de ellos.
No es justo que mientras sus fanáticos añoran verlos desplazarse en los diamantes propios, ellos callen y acaten sin una mínima resistencia, las decisiones de quienes les pagan grandes sumas sí, pero que a su costa acumulan extraordinarias riquezas.
De la misma manera, que los zares del béisbol desprecian a los campeonatos de sus países de origen, a sus pueblos, también lo hacen con ellos. Ejemplos sobran y por tanto mencionarlos haría interminable la lista. Esa es mi opinión muy sincera. Un abrazo, Juan Emilio.
De acuerdo, Luis Emilio. De acuerdo.
Estas medidas, sin duda, hablan muy claro de que la relación entre MLB y las ligas del Caribe entran en un periodo de fragmentación, lo cual también se puede interpretar como “un duro golpe” al nivel y espectáculo deportivo de nuestros circuitos hispanos que forman parte de la Confederación del Caribe.
Jesús Varona:
Me duele esta gestión adversa para nosotros de la MLB; es claro que el que compra manda, como decía nuestro José Martí, y Midas rige en los destinos la mayoría de las veces en esta compleja «esfera».
En cuanto al pelotero cubano en las Grandes Ligas como: Yoeni Céspedes, Yasiel Puig, Kendry Morales, Alexei, Yunieski, «Candelita» Iglesias, etc., son verdaderos ejemplos en la actualidad de lo que casi sin poder puede hacer este tipo de jugador que no cree en embargos.
Puig, ha lucido inconmensurable en su actuación y entrega total al juego. Saludos a todos los articulistas y me despido con un son que me recuerda siempre mi tierra Cuba-Cienfuegos, en sentido doble.
En Play Off no me gusta hacer pronósticos, el juego de beisbol va en su esencia contra ello.-Me gustan Los Piratas, pero…Y no te olvides de que me gusta ver cómo encaja El Escambray en el Llano. Un abrazo Jesús.
Previo al cuarto juego de la serie entre los Bravos y Dodgers: Luis Ignacio Ayala, Fernando Valenzuela y Adrián González (Puro Beisbol).
Wequez Wong:
Los Dodger eliminaron a los Braves, cuando todos creíamos que tenian el juego perdido. Doblete de plata de Puig y Home run de oro de Uribe. Espectacular Crawford con dos jonrones. ¡Vivan los Dodgers!
Dodgers… magnífico.
Héctor Zaragoza López:
Uribe…oportuno y soberbio.
¡¡¡Lo hicieron!!! Los Dodgers de los Ángeles, así como trabajaban en los años 50’s, cuando estaban en la cúspide o buscaban estar en la misma, trabajaron en la noche de anoche, como lo decía mi estimado amigo (+) “Rápido” Esquivel, demostrando que tienen muchos deseos de lograr otra Serie Mundial más para su historial deportivo.
Juan Uribe se mostró oportuno y soberbio y se encontró en los senderos a Yasiel Puig, un cubano sediento de triunfo, sediento por llegar a una serie mundial y que demuestra a su club la gran calidad que posee, traída de la bella isla de Cuba.
Yasiel había disparado una tremenda línea para la pradera derecha que le permitió llegar sin problema alguno a la segunda colchoneta, y así esperar pacientemente a su compañero de cuadro, el ya famoso Juan Uribe, que lo remolcara con un simple sencillo a la registradora, donde con ello podría alcanzar el pentágono y empatar el partido que estaban perdiendo por una carrera, pero ¡oh!… Sorpresa, Uribe, depositó la canica del otro lado de la barda por el jardín izquierdo con un soberbio y oportuno estacazo, y no sólo trajo una, sino que trajo dos y con ello dar la vuelta al score, pero no tan sólo eso, sino también ganar el encuentro y pasar a la fase final de de su liga y buscar el pase a la Serie Mundial.
Ese home run de Uribe, lo hubiere yo querido en la voz de Buck Canel en radio, no a través de la televisión, puesto que lo hubiera vivido tal y cual como si estuviera en el propio terreno de juego.
Dodgers… Dodgers… Dodgers… ¡Sí Señor![simpleviewer gallery_id=»322″]