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BEISBOL

AL BAT

Celerino y sus NYY

•        Con Naranjeros fue el No. 14; con los Yankees, el 10.

Por Jesús Alberto Rubio.

Fue Bat de Plata, no Guante de Plata el que obtuvo Celerino Sánchez por tener el porcentaje más alto de todas las Ligas Menores (.448, 50 H2, 21H3 y 7HR en la Liga tabasqueña, 1966).

Lo recibió cuando jugaba en 1967 con los Turistas de Asheville, sucursal de los Astros en la Liga de Carolina, Clase A, en Ligas Menores de EU.

Su arribo a Naranjeros

Celerino Sánchez debutó (1965-66) en la Invernal Sonora-Sinaloa (hoy LMP) con los Venados de Mazatlán que entonces dirigía Daniel “La Coyota” Ríos y para la siguiente temporada llegó a Hermosillo a cambio de Arturo “Camarón” Álvarez.

Con la escuadra naranja tuvo una excelente temporada de debut (.286, 13 HR y 34 CP.

Alfredo Ortiz, Max León y Celerino.

En 1967-68 bajó a .183 en 32 encuentros, pero en la campaña 1969-70 vino por el desquite teniendo una de sus mejores temporadas, bateó .303 (quinto lugar en la liga); el campeón fue Orestes Miñoso con .359, además conectó 19 vuela cercas quedando campeón en este departamento empatado con Héctor Espino.

En la temporada 1970-71 bateó .342, sólo debajo de Héctor Espino (campeón bat con .348); además,  el veracruzano pegó 15 HR y produjo 55 carreras.

Además, esa ocasión iba a brillar intensamente en la Serie del Caribe (en Puerto Rico) con los campeones Naranjeros que representaron por vez primera a nuestro beisbol en esos clásicos tras vencer en la final a los Cañeros de Los Mochis-

La LMP ya estaba en la Confederación del Beisbol del Caribe y Hermosillo, con Celerino, Espino, Darwin, John son (Paul y Tim); Ed Acosta, Barrios, el refuerzo Zoilo Versalles, Roberto Méndez, Kalimán, Ángel Macías, Max León, Lauro Villalobos, Pilo Gaspar Manuel Lugo, Alfredo Ortiz…era en ese momento su equipo representativo con Maury Wills de timón.

Ya en aquel histórico clásico, “Cele” tuvo relevante actuación al coronarse campeón jonronero (3) y productor de carreras (9), asombrando con su excelentísimo fildeo y potente brazo desde la tercera base.

Además, promedió .407 para ser el mejor del torneo donde obviamente fue incluido en El Equipo Ideal.

http://www.historiadehermosillo.com/htdocs/BASEBALLMEXPAC/1970-1971.htm

En 1971-72 de nuevo resultó sublíder bat, de nuevo solo detrás de Espino que bateó .372.

Participó en cuatro Series del Caribe y tres veces integró al Equipo Ideal; dos con Naranjeros de Hermosillo (1971 y 1976), así como refuerzo de Algodoneros de Guasave (1972) y Venados de Mazatlán (1974).

Su promedio de bateo fue de .306 tras participar en 24 juegos. Disparó 5 cuadrangulares, 5 dobles, un triple y sumó 21 carreras producidas.

Chuck Genovese

En la LMB, con los Tigres del México ya era el titular de la tercera base: en 1969 promedió .314 ¡con 20 jonrones y 88 impulsadas!, llamando la atención del buscador de la Gran Carpa, Chuck Genovese.

Al siguiente año el veracruzano que se caracterizó por ser más bien bateador de líneas, logro .345 y diez jonrones.

En el 70, tuvo lo que fue su mejor campaña de aquella época al promediar .368, dar 15 de vuela entera e impulsar y 79 carreras, siendo el campeón en slugging con .572.

En 1971, obviamente, llamaba la atención tanto de los Reales de Kansas City, Cachorros de Chicago, Padres de San Diego, Mets y Yankees de NY, toda vez estaba cotizado como el mejor tercera base mexicano por su fuerte bateo, brazo y seguro fildeo.

Fueron los Reales de KC los que primero lanzaron el anzuelo en el momento en que era el titular de la esquina caliente con los Tigres dirigidos por José Luis “Chito” García: mostraron un cheque al portador de 40 mil dólares, queriéndose también llevar en la negociación a Luis Lagunas.

Empero, falló la negociación. Más tarde, gracias a la recomendación hecha por el gran colega Tomas Morales, en ese tiempo buscador de los Yankees, llegó a la histórica franquicia. Clete (Cletis) Boyer ya no estaba con ellos y les había fallado Rick Mckinney, procedente de las Medias Blancas de Chicago a cambio del pitcher Stan Bahnsen, de modo que les urgía un defensor de la esquina caliente, por lo que con 30 mil dólares y Ossie Chavarría –jugaría después con Hermosillo– se hizo el cambalache para la felicidad del jarocho. Ocurrió el 6 de diciembre de 1971.

De Syracuse a NY

Fue en la primavera del 72 cuando Celerino Sánchez hizo su presentación en los campos de entrenamiento de los Mulos del Bronx y luego enviado a la sucursal de NY en Syracuse, Triple A, donde Frank Verdi fue su mánager, al que calificó de excelente.

De ahí, el timón de los Yankees, Ralph Houk, lo mandó llamar  al momento en que bateaba .327 con tres jonrones y 28 producidas, causando magnífica impresión al llegar al Yankee Stadium. De Ralph Houk, diría: “es el mejor del mundo; es formidable manejando y entendiendo a los peloteros.

No había conocido a nadie como él”.

Al primer pítcher que se enfrentó (13 de junio) fue ni más ni menos que a Wilbur Wood, el estelar de la bola de nudillos de los White Sox de aquella época y a quien a pesar de conectarle fuerte, no le pudo pegar hit.

En ese 72 consideró a Bobby Murcer y a Thurman Munson como grandes peloteros, lo mismo que el short Gene Michael. Esa temporada de su debut, el veracruzano ganaría un sueldo de 13,500 dólares por su calidad de novato. Por su tez morena y dejarse el cabello largo al estilo de los Pieles Rojas, un periódico newyokino comenzó a llamarle “Comanche”, mote que sería del gusto de toda la fanaticada.

Con los Yankees, utilizó en su franela el No. 10.

Celerino estaría con Nueva York en las temporadas del 72 y 73, siendo la primera de ellas en la cual ayudó al equipo a pelear hasta el final por el título de la División Este de la Americana, el que finalmente se llevaron los Tigres de Detroit.

El mismo Houk diría después que de no haberse lastimado al final de la campaña, los Yankees habrían sido los campeones del circuito.

Fue por ello que, a causa de las constantes lesiones del veracruzana, el equipo realizó en diciembre del 72 un cambio que por consecuencia le relegó a un segundo plano: Obtuvo de Cleveland a Craig Nettles, un gran tercera base y jonronero zurdo, ideal para la barda derecha del Yankee Stadium. Así, Celerino sólo jugaría 34 partidos en 1973, bateó .219 e impulsó nueve carreras.

Un instante inolvidable para él, fue aquel sábado 12 de Mayo del 73 cuando el gran “Comanche” conectaría su único cuadrangular en Grandes Ligas en un partido contra los Orioles.

Vivió momentos históricos

Le tocó ser testigo presencial del momento en que el viejo Yankee Stadium –aquel histórico escenario “Que Ruth Construyó”– iba a pasar a mejor vida para erigirse sobre el mismo sitio de nuevo como una flamante morada de la histórica franquicia que había sido adquirida por George Steinbrenner a la Columbia Broadcasting System (CBS) en 10 millones de dólares, por lo que el 73 y 74 los Mulos del Bronx jugaron en el Shea Stadium de los Mets mientras terminaban las obras del majestuoso estadio newyorkino que hoy también hace un año cambió de escenario.

Celerino también estuvo presente cuando aquel 73 su compañero de equipo, Ron Blomberg, se enfrentó a Luis Tiant como el primer Bateador Designado en la historia de Grandes Ligas. (Blomberg caminó con las bases llenas en su primer turno y concluyó la jornada con 3-1 en la derrota de 15-5 de Nueva York ante Boston).

Sin embargo, sus lesiones y sobre todo al tener a Craig Nettles, los Yankees no lo retuvieron más y un año después, durante los entrenamientos primaverales, lo enviaron a Ligas Menores, por lo que mejor optó por retornar a Los Tigres de México.   Su último juego fue el 30 de septiembre de 1973.

En esos dos años con los Mulos del Bronx, el inolvidable veracruzano acumuló .242 de bateo en 105 partidos, anotando 30 veces, con once dobles, tres triples un jonrón y 31 producidas. De no haber sido por sus constantes lesiones que siempre le caracterizaban, los Yankees lo hubiesen retenido más tiempo.

Dr. Carlos  Rodríguez Candila:

Jesús: Indudablemente estas escribiendo la historia de UN GRANDE, de un pelotero que dejó constancia de gran calidad, muy completo en todos los terrenos que su posición exigió, la tercera base. Basta recordar la fotografía jugando para los Yankees; de la precisión y elegancia para recibir la bola y sacar el out.

Si por una parte tuvo el infortunio de que Craig Nettles, formidable y tan completo tercera base y con mayor poderío de bateo y un fildeo de excelencia, no tenía el brazo firme y poderoso que Celerino si demostraba.

En lo demas, el hijo del Guayabal, Veracruz, el GRAN COMANCHE dejó constancia de sus facultades para brillar en grandes ligas; la duda que quizá puedas aclararnos es porque ningún otro equipo de ligas mayores no lo contrató.

De mis recuerdos distingo a Leo Rodríguez, Nelson Barrera, Armando Murillo y ni que decir el gran Aurelio Rodríguez en esta posición.

Celerino, como bien anotaste, fue distinguido con bat de plata por su actuación en la Liga de Tabasco, antesala de las ligas doble o triple A. Las rebasó con mucho por su estructura completa que cualquier manager quisiera tener.

Sigue escribiendo con ese enorme acervo de conocimiento que alimenta la figura de un gran pelotero que ademas con los Naranjeros de Hermosillo hicieron una dupla él y Héctor Espino, ¡Vaya que hicieron recreo y espectáculo de este deporte llamado beis-Rubio! Saludos.

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