Ángel Castro
Por Jesús Alberto Rubio.
Ya lo he dicho: antes de Ronnie y Espino, el tumba bardas mexicano más notable era Ángel Castro Pacheco.
Así de fácil.
En la LMB, por mucho tiempo fue dueño del récord de jonrones para un bateador zurdo en todos los tiempos con 230.
Hoy 20 de abril, fecha de su nacimiento (Empalme, 1917), debemos recordar y elevar la memoria del hombre del swing elegante, a la Ted Williams y Stan Musial, usted dirá.
El colega Ignacio Peña lo describe así: “fue uno de los peloteros más elegantes tanto a la ofensiva como a la defensiva y tenía un swing perfecto”.
También George Squezze Play, anota de él: sinónimo de poder, de ponch, de coloso… un bateador tremendo, con una manera muy especial de conectar la pelota. Le llamaron “El hombre del swing perfecto”. Tal vez lo más parecido sería el swing de “El Hombre” Stan Musial…
Se paraba con los pies no muy separados, erguido y cuando la pelota se acercaba al plato, simplemente “se desenrollaba” conectando la canica con precisión, en el lugar exacto para hacerla volar a gran distancia.
Ni antes ni después… ¡Ese fue Ángel Castro!
Su trayectoria, excepcional: en 1935 fue jugador de la selección Sonora y al año siguiente fue con el equipo de México a un torneo internacional amateur celebrado en Puerto Rico. Ya de profesional en la LMB jugó 20 temporadas a partir de los Alijadores de Tampico.
Con los Jaibos se convirtió en el segundo en pegar tres jonrones en un juego (1939) y además, comparte el récord con dos cuadrangulares en un inning (en 1957 con el Águila).
Su mejor temporada, 1951, con los Azules del Veracruz: ganó la triple corona (.354, 22 HR y 79CP). En esta última especialidad, empató con el gran cubano René González.
Recordemos, el primer en lograr esa hazaña, en 1940, fue James “Cool Papa” Bell, con Torreón y Azules del Veracruz (.437-12- 79) y el segundo, Bill Wright, con el México (Diablos Rojos, en 1943: .366-70).
Ángel Castro fue campeón de jonrones y de carreras producidas durante cuatro temporadas y entre sus hazañas inolvidables, en 1945, en el puerto jaibo, decidió con jonrón en el décimo episodio por 1-0, en sensacional duelo entre Jesús «Cochihuila» Valenzuela, del Tampico, y Tomás «Planchardón» Quiñones, del Puebla; su cuadrangular fue el único hit que recibió Quiñones.
Por supuesto, fue todo un estelar en la Liga de la Costa del Pacífico con Obregón, Empalme, Mazatlán, Hermosillo (debutó con el equipo el 20 de diciembre de 1947); Navojoa, e incluso jugó en el beisbol cubano con los Monjes Grises de Marianao.
Se retiró en 1957, culminando en la LMB con .306 de promedio global de bateo. Ángel falleció en Tampico, el 10 de enero de 1983. Desde 1965 es miembro del Templo de los Inmortales del beisbol de México.
En Empalme una unidad deportiva lleva su nombre, igual que un estadio de beisbol de Tampico.
Lo mejor de todo, es que Ángel Castro permanece vigente en el recuerdo del béisbol mexicano.
Homenaje al “Toro”
Con deseos de estar en el Kukulkan: esta tarde-noche el Club Leones de Yucatán y toda su afición se le brindarán gran homenaje al “Toro” Fernando Valenzuela; se retirará su No. 34, que utiliza su vástago en el equipo y seguramente habrá de recibir miles de expresiones de admiración por su notable trayectoria en el beisbol mexicano y de Ligas Mayores.
¿Qué bien, no?
Será al cierre del quinto episodio en el partido Leones-Guerreros cuando se lleve a cabo el homenaje al que se unirá el zurdo Alfredo Ortiz para también hacerle entrega de un reconocimiento.
Excelente, amigos.
Segundo triunfo de Marco Estrada
En tanto Jaime García fracasaba feamente ante los Filis y Roy Halladay, Marco Estrada se apuntó su segunda victoria de la campaña al ganar los Brewers 5-4 a los Cubs.
El sonorense espació siete hits, con dos caminados y cuatro ponches para volver a lucir como abridor de los Cerveceros ya con infinidad de seguidores en México por tener a Marco y al mismito Yovani Gallardo que también es palabra mayor… ¡pero que invite!
Dr. Carlos Rodríguez Candila:
Dice un refrán que nadie es profeta en su tierra.
Si es cierto lo de Ronnie Camacho, pues qué pena, pero si lo ves dile que no requiere tampoco de actos carentes de la sinceridad. Su figura grande como jugador de beisbol y por eso el Salón de la Fama ya lo tiene, no depende de una persona, todos los que disfrutamos su capacidad como jugador le expresaremos siempre nuestra admiración y reconocimiento.
Respecto al aporte que nos brinda el Maestro Historiador de beisbol, Don Carlos Castillo Barrio, recuerdo sin la precisión con que él lo hace, haber visto lanzar a José «El Indio» Peraza, quien además era un formidable bateador, tanto, que según las estrategias del equipo contrario, preferían darle base por bolas intencional.
Trato de correlacionar mi comentario respecto al bateador designado que se pretende también en la Liga Nacional de MLB.
Yovani Gallardo dio muestra de su capacidad (como Fernando Valenzuela) para pegar jonrones. Aquí en Liga Mexicana vimos un gran pitcher como fue Alfredo Ortiz, también tremendo bateador, como Arturo Cacheux, en fin… tantos que hacían el beisbol con su naturaleza que cuando el juego está teniendo pitcheo efectivo el manager sufría más cuando decidía enviar un bateador emergente y esperar resultados.
Joe Girardi con las nuevas reglas de pitcheo hizo trizas a sus Yankees de un juego muy cerrado y bonito: tuvo en la 11 entrada el gane y perdió por el mal uso de bateadores designados.
Por último a modo de P.D. el parque conocido como Carta Clara en Mérida, recuerdo que se tuvo siempre desde que la cervecería lo construyó y le puso el nombre de Julio Molina en honor a ese gran pitcher nativo de Yucatán. Saludos.
Efemérides de Alfonso Araujo:
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