Enrique “Chichí” Rodríguez
Por Jesús Alberto Rubio.
La velocidad del lanzador derecho, Enrique “Chichí” Rodríguez, era formidable.
Simple y sencillamente, cuando “le ponía a la bola”… no se la veían, como suele decirse en el argot beisbolero.
La historia del “Chichí, padre de Carlos Rodríguez, el receptor Naranjero en la LMP, y de los Sultanes de Monterrey en la LMB, es muy gratificante.
A sus 13-14 años comenzó a jugar como pitcher y primera base con el equipo Tintorería San Francisco; luego ya nivel primera fuerza, en el team de las Juntas Vecinales que manejaba el “Tucas” Carrillo.
De ahí dio el salto a la pelota profesional con los Naranjeros de Hermosillo en 1958-1959, continuando con el equipo hasta la temporada 1960-1961 cuando fueron campeones de la Invernal de Sonora.
Tuvo el privilegio de ser parte del primer campeonato, de dos seguidos, que obtuvo en la Invernal de Sonora el equipo capitalino con Virgilio Arteaga de flamante mánager.
Enrique “Chichí” Rodríguez Luján recordó que en esa temporada, en el “Abelardo L. Rodríguez” de Guaymas, luego de un excelente relevo de dos entradas para salvar el juego, Benjamín “Papelero” Valenzuela lo recomendó con George Genovese para que probara suerte con los Gigantes de San Francisco.
Recuerda que fue en el Hotel de Anza, en Hermosillo, donde firmó el contrato.
En esos días, con los Giants, Carl O. Hubbell era el director del Sistema de Sucursales y el Departamento de Scouts. ¿Necesito decirle quien fue Hubbell…? Creo que no.
Enrique, emocionado y trasladándose a aquellos días, me mostró la carta signada el 10 de febrero de 1961 donde se le notificaba que su contrato pertenecía al Club El Paso (Sun Kings), de la Sophomore League, Clase “D”, solicitándole se reportara el 25 de marzo a los entrenamientos primaverales en Casa Grande, Arizona, otorgándole todos los apoyos y facilidades.
Ese año, con en el equipo al mando de George Genovese, estaban los paisanos Jesús Lechler y Héctor Holguín, además de los conocidos Luis Peñalver, Dámaso Blanco, José Cardenal y Bob Chance.
Sin embargo, Enrique expresó que le entró la nostalgia por México y de pronto tomó la decisión de regresar a casa.
En la siguiente temporada, 1961-1962, dejó de jugar con el equipo capitalino y se fue a lanzar con el equipo de Escuinapa de la Liga Sinaloa-Nayarit donde recuerda que tuvo excelentes actuaciones.
“Chichí”, quien nació el 28 de octubre de 1940 en el barrio de la 5 de Mayo y creció en la colonia San Benito, expresa que “fue un gran orgullo haber lanzado para el equipo naranja, donde ahora está mi hijo Carlos” como receptor surgido de la Liga Amistad y Deportes”.
Incluso, advirtió que uno de sus nietos, Daniel Rodríguez, fue firmado por los Olmecas de Tabasco y en los próximos días se trasladará a la Academia de Nuevo León.
Enrique Rodríguez sigue al frente de su taller “Mofles Sonora”, ubicado en Yáñez, entre Veracruz y Tamaulipas, donde con frecuencia recibe la visita de sus grandes amigos de su época en el beisbol.
“Chichí”, es una persona muy apreciada por su don de gente y seriedad profesional…y obviamente tras cubrir una gran época en la pelota profesional.
Jesús Varona:
Buen trabajo. Ahora en cuanto a las pelotas usadas y lanzadas al ruedo, en la MLB la economía prepondera. Recuerdo en mi época cuando íbamos con dos a jugar y había que ingeniárselas para buscar los fouls.
Después, en los campeonatos regulares, también escaseaban las bolas. Hoy la economía se ha impuesto y a las pelotas se le permiten pocos ejercicios, tanto que hay veces que ni una sola tirada.
MLB hace gala de su fuerte factor industrial y financiero del país que aprovecha con soltura las pelotas con sus 9 pulgadas y unos 22.5 centímetros, aunque nunca mayor de 9 l/4 de pulgada (24 cms); núcleo de corcho o mezclado; sus 108 costuras con hilo rojo encerado de algodón, preferentemente y la costura encerada plana para su sustentación aerodinámica.
Desde 1854 se viene cambiando el tamaño y peso de las pelotas de baseball. En aquel se especificaba que debían pesar entre cinco y media y seis y medias onzas y tener un diámetro entre dos y tres cuartos y tres y media pulgadas.
En 1909 es usada por primera vez una pelota con centro de corcho con idea de aumentar la ofensiva; en tanto, los bates también han ido transformándose a través del tiempo.
En 1863, Se limitaba el diámetro de los bates a dos y media pulgadas en cualquiera de sus partes y no se especificaba el largo. Más tarde, en1893, quedaron abolidos los bates con una parte plana.
Sabemos también cómo se ha ido transformado el infield en la distancia del pitcher al home plate.
Recordemos que este es un deporte reglamentado al máximo y en constante transformación.
Un ejemplo panorámico, hoy insólito: En 1867 el bateador podía pedir la bola que deseaba al lanzador, o sea en la zona alta o en la baja.
También es el año en que aparece la curva introducida por William Arthur Cummings.
Basado en todo esto es que siempre planteamos que las épocas lo cambian todo y no deben nunca comparárseles y menos incluir en el error a los jugadores activos de etapas pasadas, con los del presente, ya que nunca será lógicamente lo mismo.
Hoy la bola es mucho más viva. Los bates más aerodinámicos y el resorte de la historia se ha proyectado siempre corriendo velozmente en cuanto al aumento de los factores ofensivos y defensivos y enlazados siempre con el Sector Económico, que es la energía vital de este deporte-espectáculo.
En cuanto al Clásico Mundial; es un torneo corto y creemos que deben perfilarse aún más las circunstancias en que se suscribe este evento, tratando de que los jugadores lleguen en forma y sin las cortapisas que a veces se presentan, tratando de que sean paulatinamente eliminadas en su beneficio para que cumpla esta Serie su carácter Internacional. Saludos <J>.
Efemérides de Alfonso Araujo:
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