AL BAT

Excelente Juego de Estrellas

•     Freddy Guzmán fue el JMV del partido estelar

•     El liderazgo de un mánager: Ernesto Jaramillo.

Por Jesús Alberto Rubio.

Magnífico, la edición 80 del Juego de Estrellas de la LMP dedicado a Ramón Arano en donde la División Sur se impuso 6-3 a la Norte ¡con un squeze play! ejecutado de maravilla por Freddy Guzmán.

En el gran juego celebrado en Monterrey se estableció récord en clásicos de media temporada ya que los lanzadores de ambas zonas abanicaron a 27enemigos, siendo 23 de ellos en los primeros nueve innings, y cuatro más en las entradas posteriores.

También fue el primer Juego de Estrellas que se va a extrainnings desde el 3 de junio de 1966, hace 46 años, cuando el combinado venció4-2 a los Tigres capitalinos en la ciudad de México en diez entradas.

Asimismo, ha sido el más extenso desde el 13 de junio de 1969, cuando también se jugaron once capítulos, ganando en aquella ocasión mexicanos a extranjeros 8-7, también en el parque Deportivo del Seguro Social de la capital del país.

Hay más detalles del gran juego.

Ernesto Jaramillo Maytorena:

El empalmense Ernesto “El Caballo” Jaramillo se reportó para comentar los requisitos que necesita  un buen manager de beisbol.

Neto, recordará, fue un magnífico catcher profesional de beisbol que jugó por espacio de 4 temporadas (250 juegos) tanto en la pelota invernal de esta región como en Ligas Menores de Estados Unidos.

Cita que sus managers fueron Art Lilly  en 1954 y 1955 en la Liga Arizona-Texas, y Arizona-México; en la de la Costa del Pacífico, a Gene Bearden con  Cd. Obregón; Roland Leblanc, con Mochis y,  Daniel Ríos, Tambi+en lo dirigió Laureano “Kiriki” Camacho en la primera Liga de Sonora.

“El manager de beisbol debe ser alguien que de preferencia haya jugado beisbol  y de  cátcher, aunque no es un requisito.

Debe ser un poco psicólogo para orientar e incluso reprender a los jugadores.

A algunos se les puede reprender, hablándoles de muy buen modo y a otros no tanto; hay que saber el carácter de cada jugador.

El manager debe saber en que momento es el indicado para sacar al pitcher. Para esto, debe consultar al catcher y pedirle su  opinión.

No debe olvidar las jugadas de toque de sacrificio y de hit and run.

Hay managers que les gusta, tocar la bola, desde las primeras; también vemos a quienes les gusta mandar esa jugada  después de la 5ta. entrada.

También son muy importantes las conferencias con los jugadores  antes del juego  para tratar de corregir los errores que se vienen cometiendo.

El manager debe ser un líder”.

Cesáreo Suárez Naranjo:

Me quiero referir a tu correo «Doble Festejo», donde hablas – aparte de muchas otras cosas – del «casi-casi» sin hit de Verlander, y una magistral labor de Pettitte.

En algunas líneas mencionas los comentarios del Dr. Rodriguez Candila -de quien agradezco sus amables comentarios (inmerecidos) hacia mi persona- y el doctor  recuerda cuando Pete Rose llevó su estilo de juego a una rudeza extrema; porque, la verdad, una cosa es jugar con todas las ganas del mundo, y otra cosa es ser «demasiado sucio», como lo hizo -muchas veces- Rose.

En algunas líneas mencionas los comentarios del Dr. Rodríguez Candila -de quien agradezco sus amables comentarios (inmerecidos) hacia mi persona- y recuerda cuando Pete Rose llevó su estilo de juego a una rudeza extrema; porque, la verdad, una cosa es jugar con todas las ganas del mundo, y otra cosa es ser «demasiado sucio», como lo hizo -muchas veces- Rose.

Y si bien yo no mencione ninguna bronca, o agresión, de parte de Rose hacia algún jugador (compañero, al fin, de profesión) si recuerdo, fielmente, aquellas dos barridas que hizo en contra de Ken Harrelson (y no «John Kent») en el play-off de la Liga Nacional en 1973, entre Cinci y Mets; y, tres años antes, en el Juego de Estrellas, cuando se llevó de «corbata» a Ray Fosse, receptor de los Indios, a quien dejó noqueado.

En este último caso, Rose – quien pesaba 200 libras – llegó como locomotora contra Fosse, quien -según los registros- pesaba 215 lbs. Pero todos sabemos que un «objeto» (en este caso Rose), con impulso tremendo, aumenta su peso en relación directa a su aceleración, (aunque, en cosas de física, no nos metemos por el momento).

Cuando la agresión hacia Harrelson, Rose fue – aun – más ventajoso, porque atacó a un jugador al cual le llevaba, por lo menos 40 lbs (poco más de 18 kilos). Si, cierto, eran de la misma estatura. Pero, ¡qué diferencia!, Harrelson era un tipo calmado, a diferencia de Rose, quien «siempre», estaba buscando demostrar que daba más del 100% en su juego. ¡Ahí lo dejamos, mi estimado Jesús Alberto!

Antonio Elizarrarás Corona:

Lamentable el deceso de «Chapito» Flores. Sin duda, un umpire con una trayectoria y un anecdotario maravillosos.

Y ya que de anécdotas hablamos, te confieso: yo me quede, en mi trayectoria como reportero y redactor  activo de  revistas  y diarios deportivos: «Esto», «La Afición» y «La Prensa», (información general y yo como subjefe de deportes; ah, tuve un brevísimo paso por el Diario de México).

Te diré que me quedé con enormes deseos de escribir un libro de anécdotas. Imagina contar detalles y hazañas de nuestros paladines de la cancha. No fueron las ganas, sino falta de tiempo.

Efemérides de Alfonso Araujo: