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Jesús Alberto Rubio

AL BAT

Un domingo ¡muy Padre!

Por Jesús Alberto Rubio.

Al Dios Padre Todo Poderoso y a quienes están con nosotros en Tierra y en el Cielo.

A toda la Hermandad de Al Bat; a nuestra Peña Beisbolera; a la Asocrodes; a nuestro vástago Jesús y su hermosa Audrey Sofía; a usted, amable lector y colegas-editores, ¡ahora nos toca celebrar el gran Día y ni quien nos lo quite!

Caray, cuando menos una vez al año, ¿no?; ya ve que a nuestras adoradas esposas y madres las festejamos ¡todo el Año! (¿…será?); lo cual es todo un encanto.

Ok, domingo, al fin y gran pretexto para también “festejarnos”, total ¡qué tanto es tantito! como dice el colega reportero de televisión.

Bien, el tema de Cuba y su desarrollo en el deporte (béisbol, educación, ciencia y salud (medicina), siguió al “rojo vivo” y en tanto les digo que Joakim Soria consiguió su 15 salve y a Yovany Gallardo le echaron a perder lo que iba ser su quinto triunfo (va 4-4), vayamos con la Hermandad y a cuyos integrantes les hago llegar este gran Día un cálido y fuerte abrazo:

JUAN EMILIO BATISTA CRUZ:

Estimado amigo Jesús. Es muy interesante el tema abordado acerca de cómo se alimentaron durante su niñez y adolescencia los peloteros cubanos que hoy muestran tanta capacidad física en su desempeño en MLB. Puedo asegurarte que existe mucha desinformación y demasiadas mentiras acerca de la realidad cubana y sugieron a quienes se sorprenden de la vitalidad de nuestros deportistas en general y de los peloteros en particular, se remitan a fuentes fidedignas.

Estoy plenamente de acuerdo con el colega que acota que el abandono y la miseria que ha castigado a otros países de nuestra América, no existe en las generaciones de cubanos nacidos con la Revolución, además de que efectivamente, la atención alimentaria en las escuelas deportivas donde se forman nuestros atletas, es de primera.

Se habla justamente de las extraordinarias condiciones del legendario Roberto Ortiz, de su poder al bate, de la fuerza de su brazo, pero precisamente este ídolo de la pelota en Cuba era conocido como el Gigante del Central Senado porque medía 6,4 pies, pues bien los supuestamente mal alimentados jugadores cubanos de hoy promedian, en general por encima de 5,11 y son cientos los que sobrepasan los seis.

¿Qué les parece?

Pero ese es el caso de los deportistas, con atenciones especiales; sin embargo la población en general tenía una esperanza de vida por debajo de los 60 años de edad y hoy es de 76 y hay provincias donde llega hasta 78. Yo, que ya estoy por cumplir 72, puedo asegurarles que a mediados de los años 50 del pasado siglo, cuando era un niño, las cubanas de 50 años eran ancianas y hoy mis contemporáneas viudas o divorciadas, todavía se visten como “pepillas” y hasta tienen disposición para volver a contraer matrimonio o simplemente “juntarse” para disfrutar un nuevo amor en la tercera edad.

No tienen que sorprenderse queridos amigos. La verdad es que lo único que necesitan es información diáfana, despojada del odio visceral por una sociedad que, muy lejos de ser perfecta, trabaja por el bienestar de su pueblo frente a un bloqueo genocida que tiene por objetivo tratar de rendirlo por hambre y enfermedades.

Pero hay más, mis hermanos de Al Bat. Este pequeño y subdesarrollado país, sin tener las inmensas riquezas de otros, es capaz de compartir lo poco de que dispone con sus hermanos pobres del mundo, les envía médicos y medicinas, maestros y especialistas para ayudarlos en sus intentos por crear sociedades más justas y equitativas, mientras otros envían desechos tóxicos, bombas y cañones para tratar de salvaguardar sus intereses hegemónicos.

Pero, ¿por qué no les preguntan a los propios peloteros, boxeadores y otros deportistas cubanos que triunfan por sus portentosos físicos en todas partes del mundo, si alguna vez dejaron de comer, de vestirse, de tener zapatos, de recibir educación o atención médica, de vivir decorosamente con su familia, de prepararse adecuadamente en el deporte preferido?

Disculpa, querido hermano Jesús Alberto, pero como el tema se fue del área de lo meramente deportivo, pensé que no debía pasar por alto mi opinión sobre tema tan peliagudo. Mi respeto y consideración para todos los que forman nuestra querida Hermandad. Seguimos en contacto. Un abrazo sincero, Juan Emilio Batista Cruz, Las Tunas, Cuba.

ING. JUAN ANTONIO JASSO RODRÍGUEZ:

Excelente artículo Jesús Alberto. Obviamente en esto se darán diversas opiniones pero no deja de ser importante conocer de personas de amplia experiencia y que nos brindan su acervo sobre la materia para así nosotros apoyarnos cuando opinamos sobre este tema. Sin lugar a duda Cuba es un ejemplo a seguir. Pero también es afirmar que no es modelo aplicable cuando menos en el nuestro.

ANTONIO ELIZZARRARÁS CORONA:

Jesús. Muy interesante el planteamiento que hace el Dr. Rodríguez Candila sobre la atención medica al cubano común (eso creo) durante el régimen del barbón. A los niños sobre todo proporcionándoles la leche necesaria para su (¿inicial?) desarrollo. Y la medicina preventiva como alerta para evitar epidemias, también, algo formidable. Pero yo voy más a fondo e insisto: el metiche que traigo dentro no me deja en paz. Nutrición, Jesús. Nutrición. Fuentes de enriquecimiento en fortaleza, habilidad, talento, resistencia.

Qué granos (por decir algo) y qué verduras. Qué cereales y minerales. Qué aminoácidos y cada cuando. Y no necesariamente para copiar acá en México esos modelos. ¡¡¡No, Jesus!!!

Acá sabemos de antemano que a los políticos asquerosos (y hay muchos, pero muchos) no les conviene crear un pueblo que piense y que razone. Generaciones que analicen y señalen: fallas, deficiencias, deshonestidad, impunidad, etc. Quieren crear un pueblo de marionetas, que no piensen, que no analicen, que no razonen, que sean tan solo un número para manejarlos como estúpidos.

Si algo tan abominable como el Jardín de Niños ABC no ha sido resuelto. No han querido señalar culpables. Tapan a los irresponsables que trabajaron de gobernadores… si eso sigue gozando de total impunidad… crear generaciones de gente superior a base de alimentación (no chatarra) y servicios médicos excelsos, ¡menos les conviene! No, Jesús, no es para copiar las estrategias y el modelo cubano. Es para saber con más detalles como se crean los deportistas de gran talla y alto rendimiento, para crear después, a los astros en todos los deportes.

De todos modos, al Dr. Carlos Rodríguez Candila… mi gratitud por su tiempo y su voluntad para compartir sus experiencias, de lo que vio y vivió en la Cuba de Castro Ruz.

LA OTRA RESPUESTA:

Esta es la otra respuesta que te envié pero que al parecer, no te llegó. Y, Jesús, si el mestizaje entre negros y españoles (entiendo que a Cuba llegaron muchos gallegos) creó las carrocerías y los beisbolistas que hoy desfilan por la gran carpa, entonces tendríamos que remitirnos a un pasado un tanto remoto, para conocer y entender las dietas de las etnias africanas en su origen, y las de los gallegos por su parte. Y si la mezcla funcionó como al parecer así fue, otra pregunta del metiche de Antonio: ¿por qué no repetirla tratando de buscar al atleta de elite? Tal vez suene a sueño guajiro, a viaje de mota o de «chemo», pero insisto, la curiosidad en mí, no tienen límites.

CARLOS CASTILLO BARRIO:

Muy acertadas las observaciones del Dr. Rodríguez Candila respecto a la educación médica y escolar en la Cuba actual. Las policlínicas son modelo a seguir, aunque la verdad carecen de medicamentos, pero ensayan y llevan con gran éxito la llamada «Medicina Verde» o lo que llamamos «Herbolaria» francamente ya desconocida en nuestro México.

A este respecto en Yucatán tuvimos un excelente «doctor», así entre comillas, que escribió dos libros, que yo tenga conocimiento, «Herbolaria Doméstica» y «Herbolaria Veterinaria» y un tercero con láminas a colores de las hojas de las plantas. Era oriundo de la sureña ciudad de Ticul, en Yucatán, donde radiqué ocho años como gerente de la única institución bancaria y como jugaba buen softbol, hice amistades que hasta ahora, 43 años después me reciben con los brazos abiertos.

Hice dos intentos por dar a conocer el trabajo de Benjamín Cuevas, que era el nombre del «doctor», primero en la Facultad de Química, donde al parecer demostraron interés, pero nada más que eso, JAMAS acudieron a la Biblioteca «Carlos R. Menéndez» donde se encontraban estos libros. Ahora creo están en la Biblioteca de la Universidad Autónoma de Yucatán a la que se los obsequiaron.

En fecha posterior, la Editorial de la citada UADY, se mostró interesadas en hacer una reedición, pero necesitaban de la autorización de los descendientes y lo mismo, Jesús, no mostraron el más mínimo interés. Uno de ellos, compañero jubilado bancario y en la última ocasión en que coincidimos, le hice la pregunta repetitiva: porque no se resolvían y como respuesta ME DIO LAS ESPALDAS sin decirme una sola palabra se alejó.

En cuanto a la educación en Cuba, mis respetos. Ahí tanto maestros como alumnos, se sienten henchidos de orgullo de ser parte del movimiento educativo. ¿Huelgas? ¿plantones? En Matanzas veo pasar a los niños rumbo a sus salones de estudio, llenos de alborozo, entran a las 7 y media y salen a las cuatro de la tarde, recibiendo ahí sus alimentos.

He sido huésped en la casa de visitas de la Universidad “Camilo Cienfuegos” en Matanzas, que se ubica a orillas de la carretera a Varadero. Y en el mismo hotel en la Universidad y quedé asombrado y posteriormente huésped de una plática que tuve con estudiantes de la Escuela de Educación Física en la Universidad de Pinar del Río.

Todo es muy distinto Jesús, yo soy muy feliz en Cuba con tantos amigos y conviviendo con ellos. Acabo de recibir el libro «Historia del Beisbol Cubano. Palmar de Junco», obra de mi estimadísimo amigo el Lic. Alfredo Santana Alonso. Alfredo es un amante del beisbol, además ha escrito dos «Biografías de Martín Dihigo» y es presidente de la «Peña Deportiva Plaza de la Libertad», en Matanzas y en la cual fui recibido como socio honorario en el número 16. Que tiempos y saludos Jesús y al Dr. Rodríguez Candila, mi paisano.

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