Todos culpables
Una actitud muy humana y comprensible por lo tanto, es echar las culpas a otros.
Ahora que prácticamente todos tienen la oportunidad de ser escuchados a través de redes sociales como facebook, opinamos de todo, tratando de convencer que nuestras ideas son las verdades irrefutables del universo.
En el controvertido tema del arbitraje, ahora en en Torneo de Futbol de los Barrios, nos damos cuenta de que no hemos avanzado mucho en la educación y respeto.
Las causas son muchas, pero la falta de empatía es una de ellas y los árbitros y árbitras que se meten entre 22 hombres, mujeres, jóvenes o niños, quedan expuestos al insulto y hasta la agresión física, por todo tipo de personas, desde pequeños de 12 años hasta mujeres, madres de familia que acompañan a sus hijos o el adulto que cree que con gritar al árbitro, márcale, sácale tarjeta, expúlsalo, el juez hará inmediatamente caso de su exigencia.
Hace unos días, platique en pleno partido con unos niños que observaban el partido desde la banca y les pregunté: cómo va el marcador?, uno de ellos me contestó, vamos perdiendo 2-0 pero el árbitro está vendido.
Lo dijo muy seguro y le cuestioné el por qué de su dicho. ¨Está vendido, siempre están vendidos y siempre nos marcan mal¨.
Otra vez lo cuestioné y le pregunte que si tenía pruebas o cómo lo sabía.
Es que siempre nos marcan mal, siempre se venden. Entonces cuando ustedes ganan ellos se venden?, de nuevo interrogue?
Se quedó callado un momento y luego volteó a ver el partido y dijo: ¨ya ve, ahí marcó mal¨.
El pequeño que no pasaba de los 11 años, estaba convencido de lo que decía, lo escuchó seguramente de su entrenador, su tío o su papá que lo lleva a cada juego, tratando de justificar una derrota o una goleada.
Tenemos que hacer un alto en el camino y replantear los objetivos de reunir a un grupo de niños o niñas cada fin de semana para jugar futbol.
Directivos, entrenadores, padres de familia, patrocinadores, prensa, todos, debemos empezar a trabajar y volver a la esencia del simple juego, movimiento y diversión para todos.
Los directivos del futbol local, tienen que empezar a reunirse y establecer un programa de educación, orden y disciplina en cada torneo.
Olvidarse de los partidos con ganador en las categorías formativas hasta los 12 años, que todos los niños jueguen un mínimo de minutos en cada juego, definir a un ganador por ¨nocaut¨ en el caso de las goleadas. Por ejemplo, un equipo gana 5-0 en el segundo tiempo y el partido concluye.
Pongamos todos de nuestra parte y dejemos a un lado las situaciones de insultos y niños asustados que corren a un lado de su papá, porque va a pelear con otro padre de familia del otro equipo.
