Por: Darien Medina Bonilla
Pinar del Río.-En la isla del encanto por estos días anda un preciado tesoro, y allí han desembarcado, Tomateros, Navegantes, Gigantes y Vegueros mientras que los Cangrejeros intentarán salvaguardar su botín…contado de esta manera pareciera un cuento infantil, pero nada de infantil es esta Serie del Caribe, es un asunto bien serio aunque hoy hallamos recibido un tomatazo en pleno rostro que motive a una carcajada para aquellos que esperan con las manos abiertas cualquier fracaso para hacer leña del ¨béisbol caído¨.
Demasiado pronto este resbalón en el Hiram Bithorn de San Juan.
Parecían los Tomateros el rival indicado para comenzar a espantar los fantasmas de la pasada edición.
Con este disfraz de Veguero sobre el uniforme de la selección nacional arrancó Pinar del Río con un nuevo 10 en su line up regular; no fue Omar Linares, ni tan siquiera es como Omar Linares, es Yulieski Gurriel y esa absurda obsesión de querer tener a sus espaldas un número tan grande, poco importa que el ¨niño¨ haya sido exaltado al salón de la fama del béisbol, cubano y su número retirado de los uniformes pinareños, con el Yuli hay que tener excepciones aun cuando tenga tantas deudas con el equipo de las cuatro letras.
Deudas que aumentaron de dígitos en esta tarde junto a las de sus inseparables Alfredo Despiagne y Frederich Cepeda otros dos nombres de una generación que parece perdida y quedada en lo que pudo haber sido y no fue, pueden que no sean los causantes de tantas tardes y noches amargas pero tampoco se han propuesto iluminarlas con su clase que solo ha servido para quedarse en fríos números que poco han aportado a los equipos por donde han pasado.
Por segundo año consecutivo Freddy Asiel Álvarez se encargaba de abrir el partido inaugurar para el equipo cubano.
Freddy trabajó seis entradas con dos indiscutibles, dos boletos y tres ponches; esta vez no tuvo decisión pero su error mental fue clave en la decisión del partido.
Jonder Martínez una vez más decepcionante en su salida con el equipo nacional y perdedor del encuentro, mientras que el joven zurdo pinareño Liván Moinelo también tuvo actuación desde el box.
Sobresaliente la labor de los lanzadores mexicanos, la de su abridor Anthony Vázquez y posteriormente los relevistas Terrance Marin ganador del partido y el salvador Oscar Villarreal quienes dejaron en 6 indiscutible a la selección cubana que anotó su única carrera en el 4to capítulo aprovechando las debilidades defensiva de sus rivales.
La tanda de 3ro, 4to y 5to del equipo cubano conectó de 10-1, mientras que ninguno de sus bateadores pegó más de un indiscutible.
Poca la producción de la artillería cubana que se enfrentará mañana a los Gigantes del Cibao, en un partido que no parece nada fácil para el conjunto cubano.
Abre Cuba de la misma forma que la edición anterior, con derrota, a lo mejor menos traumática que la de hace un año pero sin poder abrir el torneo de la forma que muchos esperaban, una gran nómina a la que parece no tenerle preparado el destino un final feliz.