El adiós a un amigo: Don Richard
Por Jesús Alberto Rubio.
Hoy nos tocó despedir a un amigo de todos los tiempos en el campus Unison: Ricardo Ruiz Reyes, el gran “Richard” que por décadas tuvimos en gran aprecio y respeto por su don de gente y siempre expresión de amistad.
Falleció a sus 94 años de edad luego de una fructífera trayectoria de 49 años como un gran trabajador universitario, especialmente en todo lo relacionado con el deporte búho.
Le comparto los detalles:
https://www.facebook.com/jesusalberto.rubiosalazar?ref=tn_tnmn
También, amigos, acompañemos en sentimiento y expresemos un pésame de solidaridad al colega de la Asocrodes, Abundio Acosta Cachola, por el fallecimiento, en Magdalena de Kino, de su señora esposa Cuquita de la Cruz. En paz descanse.
Cesáreo Suárez Naranjo:
Efectivamente, en tu último correo, veo la nota de Tito Rendón, en la que habla – a la vez – de Conrado Marrero, y de la Liga Nacional, que se jugó a la par de la Liga Mexicana, en 1946 ¿y también un año antes? voy a ver la revista de Rafael Reyes Nájera «Kid Alto», para confirmarlo.
Pero, sí, en este caso, valdría la pena hacer una extensa remembranza de ese circuito en el cual estuvieron muchos buenos peloteros. Entre ellos, aunque un poco más modesto, el pitcher José “Chaperita” Medina, originario de mi tierra, Cosamaloapan,
Agrego: Alejo Peralta metió un equipo en esa Liga Nacional, Así que déjame, como te digo antes, buscar en mis archivos.
Respecto a lo que dice Guillermo Blake, en el sentido de: «¿Por qué evitan decir lo importante del “fenómeno” Robinson?
Lo importante de la entrada de Robinson a las Ligas Mayores no fue él… sino quien lo contrató…». Repito, ¿qué tal si no hubiese dado resultado? se la estaban jugando, primero Branch Rickey, los mismos Dodgers, y los jugadores de ese equipo (¡que no todos estuvieron de acuerdo con el «Mahatma»!). Pero, sí, hay que darles mucho crédito, a Robinson, por tener el coraje, y el aguante suficiente.
A Rickey, por su decisión, que no admitía más aplazamientos («empujados, en cierto modo por Jorge Pasquel»); y, en primera fija, Pee Wee Reese, el capitán del equipo, cuando le pasó el brazo por el hombre, a Jackie. Y a los aficionados, también, los que apoyaron siempre esa decisión. Saludos, Jesús Alberto.